jueves, 3 de febrero de 2011

Marchando en silencio de la tierra del cemento

Desde aquí me despido de la tierra del cemento,
del silencio,
del ayer.

He reconocido caras y calles olvidadas,
he confundido antiguos apodos
y compartido mis abrazos y cariños.

Momentos de silencio,
momentos dentro de mis miedos y mis lamentos
he pasado con mis creadores,
parte de ellos llevo dentro
y un fuerte análisis he hecho de ellos.
Porque aunque no se sabe o mejor dicho no se quiere saber,
los padres siempre son padres.

Mis pies tocaron otra vez la arena ; mis ojos avistaron el horizonte azul de la costa,
con pequeños cigarrillos observaba atardeceres y amaneceres desde el pequeño balcón de esta habitación.

De preciosas casas blancas se encuentra un pueblo de cuento,
lugar puro para mi alma y sincero con mi corazón.
De Benidorm soy de nacimiento,
pero de Altea es mi corazón.

En la gran capital controlé mi angustia,
y es de agradecer su hermosa hospitalidad,
que tantas y tantas aventuras he pasado en la ciudad del Turia.

Lamento mi poca energía en diversos momentos,
pero mi lamento aun llevo dentro.

No puedo mas que ser agradecido,
porque mi mundo
de grandes amigos esta lleno.

Merci,
per tot,
per vosaltres,
per sempre.

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