sábado, 11 de abril de 2015

miércoles, 8 de abril de 2015

Odio

Ódiame
ódiame como madrugar por las mañanas,
como el último capítulo decepcionante de Dexter,
como al atasco en hora punta.
Ódiame
ódiame como a los políticos,
como a Mark Zuckerberg y su puto Facebook,
como a la ley de la mordaza.
Ódiame
ódiame hasta no poder más,
hasta quedarte sin respiración,
hasta perder el apetito.
Ódiame
por que es el camino más fácil,
por que mitigas mejor tu dolor,
por que así siempre tendrás razón.


Ódiame
pero recuerda,
que no todo fue malo,
que hasta hace poco me querías.
Ódiame
ódiame por querer hacerlo,
por querer borrarme,
por querer...
Ódiame
ódiame pero piensa
que odiar es una falta de entendimiento,
una salida fácil.
Ódiame
ya que odiar es más fácil que amar,
ya que yo no te odiaré,
aunque lo entienda.
Ódiame
Ódiame para avanzar,
ódiame para reír,
ódiame sinceramente.
Ódiame

martes, 7 de abril de 2015

Cosas corrientes, cosas breves




Entras a la ducha con D´you know what i mean? de Oasis,
te ha costado levantarte del sofá. Después de todo el día trabajando, en el que dos magrebinas te han preguntado por hachís; mientras un hombre iba gritando unos metros por detrás que el mundo lo conquistarían las mujeres y él lucharía por evitarlo.
Deseabas llegar a casa, quitarte las zapatillas y ducharte.
Mientras suena Oasis miras todos los botes que hay en la bañera;
te cuesta reconocer un jodido champú.
Cabellos fuertes, anti caspa, champú de caballo, acondicionador, mascarilla...
Coges el primero que te dé y acabas de ducharte; al salir te das cuenta de el por qué de las asas que hay a los laterales de la bañera..." están ahí para poder salir sin ostiarte!!"
Entonces te sientas. La T.v está puesta, te abduce, te atrapa, te atonta.
Por unos minutos notas como tu vida se desvanece entre anuncios de cosas inútiles que no necesitas, marcas que producen mierda, responsables de delitos de esclavitud, del mercado de mierda que nos rodea. Te intoxicas con la felicidad de cristal de sus actores, de las repeticiones de ciertos anuncios, de estar esperando un programa, del cual ya ni recuerdas su nombre.
En esos minutos eres incapaz de escribir, de fumar, de leer. Eres un ser totalmente idiotizado.
Pero entonces aparece Shutter Island de Martin Scorsese, la pones en v.o y disfrutas...


Pasos vacíos en palabras sordas





Ni pasos sinceros,
ni intentos razonables.
Nervios y hastíos,
pesan en mis uñas,
me muevo deprisa,
pienso en segundos.

Ni pasos,
ni confianzas.
Palabras y desengaños,
que producen pinchazos
en la mente,
en el alma.

Siempre tardíos,
aquellos pasos,
aquellos hechos.
Aquellas palabras que no callas,
aquellas que entierras,
aquellas que no valen nada.

Pero ni pasos,
ni nada.
Imágenes borradas,
recuerdos basura,
dolor por nada,
carente el vacío.

Ni excusas,
ni perdones.
Pues solo uno los esgrime
si entiende su pecado,
si lo entiende como tal,
si lo es realmente.

Un final penoso,
para tantas alegrías,
abrazos y espectativas.
En el que ni los pasos,
ni las palabras,
demostraron tener valía.