viernes, 31 de diciembre de 2010

No se quiere quemar.
El Caga Tió,
no quiere ser quemado.

Encendí el fuego,
poco a poco la llama envolvía la madera,
la cosa funcionaba entre bolas papel de periódico.
Así que decidí sentarme para poder contemplarlo.

De repente el fuego pierde poder,
el Caga Tió se mantiene firme y no se quema.

Lo intento de todas las maneras posibles.
Aceite,
papel,
cartón con aceite,
etc...
pero las llamas no avanzan.

Desisto.

Unos minutos después una llama avista a el Tió.
Parecía que la victoria de las llamas era ya inminente.
Pero no fue así.
El Tió se mantuvo firme y no hay manera de quemarlo.

Desisto.

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