Rompe la oscuridad el silencio,
para convertirlo en palabras,
en frases revueltas,
en cafés vespertinos.
Un ritmo nervioso
pero constante,
dentro de un sueño
que no sueña.
Una mancha en la chaqueta,
un corte en la mano,
una quemadura en la cadera,
un despropósito engañoso.
En el filo del abismo
los astros se agrupan alrededor de los Pixies,
en un tocadiscos
con forma de universo.
Recobrando el "algo" un sentido,
alrededor de unas curvas,
de unos senos,
de una sensualidad.
Rompe la oscuridad el silencio
y con el los sueños,
para convertirlo en palabras,
darle sentido al mañana.
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