No me enseñaste a estar sin ti,
sin tocarte,
sin darte los buenos días,
sin desearte dulces sueños.
No me enseñaste a despedirme,
a pescar las palabras en un corazón roto,
a pensar en tu olor,
a desear poder llorar.
No me enseñaste a levantarme solo,
a cocinar sin tu atenta mirada,
a domar mi pelo,
a reír abiertamente aunque no tenga gracia.
No me enseñaste a abrazar el aire,
a imaginar el mañana,
a dormir en la inmensidad solitaria de la noche.
a vivir sin ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario