El destino es caprichiso a su medida,
me trae y me aleja del barrio,
entre promesas de trabajos
y enamoramientos caóticos de mujeres.
Por sus calles y plazas busqué mi suerte,
mi ser,
el sentido.
En sus días de bullicio,
de protestas,
de fiestas,
en todos ellos parte algo mío.
Desde los cines verdi,
pasando por la calle asturias,
Encarnación,
o sus difententes torrentes,
hasta la avenida Guinardó,
el park Güell,
o la inmensidad de sus plazas.
Gracia me ama
y me rechaza.
A ella la amo
y me rechaza.
Y así continuará mi historia de amor
y desconcierto con ella.
Aquí sigo.
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