Extraños son los caminos de la vida,
que nos junta y nos separa.
En una pecera se hundían mis lágrimas
para volver a convertirse en agua,
mezclándose en el mar de las dudas y agonías.
Perdí de vista mi ser y mi energía,
agotaba pozos profundos de reservas mentales.
No todo se acaba en el mar,
los caminos son infinitos,
las partes no son fáciles,
y eso es algo que olvidamos.
Cuando andas...puedes caerte,
cuando te caes...debes levantarte.
En una pecera se hundían mis lágrimas
para volver a convertirse en agua.
Mi cuerpo,
húmedo,
limpio,
intenso...
1 comentario:
Desgraciadamente gran parte de nuestra vida la pasamos cayendo y aprendiendo a levantarnos... Curando las heridas e intentando evitar que los demás vean las cicatrices que llevamos de antiguas “batallas”...
Por fin después de mas de dos meses he sacado la cámara de paseo...
Publicar un comentario