Anoche la luna me mostró su luz de nuevo.
Entre las sombras apareció para pedirme reflexión y coraje.
Anoche mis sentidos se pusieron de acuerdo para hablar como un conjunto y así lograr expulsar la realidad bien masticada.
Las cosas no pasan por caprichos del destino,
simplemente suceden,
se analizan,
te hacen ser más fuerte y paciente.
Ahora soy yo el que tiene que ser paciente.
Aunque resulte insoportable.
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