jueves, 18 de julio de 2013

Reseteado

Y de pronto una sonrisa apareció en sus labios,
un atisbo de libertad,
una sensación olvidada en el más allá.
Refrescando una noche cálida,
con una lluvia de verano.
Sin buscar el sueño,
ya que falta no hace.
En una mañana se fueron,
en una noche llegaron los truenos,
en un instante se encontró remedio.
Ya que volar,
de eso uno nunca se olvida,
y aunque se carezca de polvo de hadas,
bien es bueno saber administrarselo
y igual de importante mantener bien cerca los pensamientos positivos.
Y así,
de sonrisa en sonrisa
se recuperan las energías malgastadas,
se colorean los cuentos,
se mastica la esperanza en uno mismo,
en cada uno.
Y todo en un abrir y cerrar de ojos,
esos que poco se cierran,
esos que no se cansan,
esos que ahora solo sonríen.




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