No dejo de recordar esos momentos.
Recuerdo cuando llegaste al hospital,
lo hiciste con Miguel.
Yo en una camilla esperando a ser operado y tu llorando a mi lado.
Recuerdo que te miré y sonreí,
sonreí por tenerte a mi lado.
Por ser la envidia de todo el centro.
Recuerdo las noches que pasaste a mi lado,
en el suelo.
Recuerdo lo bien que me cuidabas y las mil atenciones y amor que recibía.
El queso y la llonganisa cortados con la navaja de tu padre y limpiadas las migas con el pañuelo.
Recuerdo la tensión que tenía cuando llegué a casa,
recuerdo mi impotencia por no poder tocarte,
mis dudas sobre mi futuro sexual,
lo que más me jodia era que me abandonaras por ello.
Recuerdo que no podías hacercarte aveces a mi,
ni cambiarte de ropa
por mi fuerte deseo de tocarte.
Recuerdo la fuerte discusión que te provoqué,
me sentía fuera de lugar,
me sentí un egoísta por que te obligaba a pasar tiempo conmigo.
Recuerdo las noches en que se hacía tarde y no llegabas.
Y recuerdo mi estupidez por pedir que estuvieras siempre allí.
Recuerdo las noches que te despertabas a raíz de mis dolores o cambios de postura
y recuerdo las primeras noches que pudimos volver a abrazarnos.
Y la primera que volví a estar dentro de tí.
Recuerdo el día que me retiraron la sonda
y el día que te pedí la mano.
y el día que te pedí la mano.
Recuerdo mi estupidez y dudas al pedirte que lo pensaras bien.
Recuerdo cada instante de mi vida contigo.
Te quiero pulu.
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