No soy un enfermo ,
o un desvalido,
solo soy un hombre sin mujer.
Se quien soy y que hacer,
solo le canto versos al viento,
sin orden ni destino.
Solo sueño que no sueño,
pienso que descanso
cuando no descanso.
Se que algo valgo aun,
y que por duro que sea encontraré mi destino,
pero de recuerdos se llena mi mente,
de sonrisas y pasiones,
y aunque suene feo decirlo
pienso que no todo es aquello que se tuvo,
ni es un loco el que retuvo.
Y aun con mas desdén me explico que no logro borrar tu recuerdo,
y aunque del pasado no se vive
es él mismo el que me reprime.
Aunque meses u años pasen,
si tengo que expresarme para sacar dolor o dudas,
mantengo tranquilo el encuadre puesto que aun las letras me salen.
Mis sentimientos siguen en la coctelera
y entrelazados o mezclados se hallan.
Quisiera no quererte o no recordarte;
pero ondo calaste en mi ser y profunda es tu marca.
Que dichoso es el dios de los mortales,
que permite que las llagas no se marchen,
que los ecos del ayer aun reboten
y que no deja desahogarme.
No he muerto aun por dentro,
aunque a póker juegue con la muerte en la oscuridad de los adentros.
Disculpa mis escritos,
pero no puedo poner en orden los pensamientos,
ni calma en las manos que moldean las palabras.
Solo hallo el espacio para expulsar historias,
pequeños cortos o retales
de lo que una vez fue hermoso
y otra tenebroso.
Aun así no logro dejar de amarte,
ni desearte
y he aquí mi lamento y mi tormento.
Enero/2011
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