miércoles, 23 de diciembre de 2015

Lloro


Por fin lloré
Lloré cuando vi la realidad.
Lloré cuando no me dejaron entrar,
lloré cuando me insultaron sin preguntar.

Y por fin lloré.
Por aquella frustración,
por darme cuenta a patadas de la vida,
por como es conmigo la realidad.

Y por fin lloré,
al ver como me juzgaban aquellos que llamé hermanos,
al comprobar que nadie cogía el teléfono,
al recoger mis lágrimas del suelo.

Y por fin lloré.
Para no decir más te escucho,
para no comportarme más como humano,
para no mostrar más mis tripas.

Y por fin lloré.
Al saber que prosigo solo,
al saber que de nadie me fíe,
al saber que de nada dependo.

Y por fin lloré.
Para regocijo de unos,
habladurías de otros,
regocijos añejos de ira.

Por fin lo hice.
Aún siento,
aún vivo,
aún avanzo.

Pero lloro,
y lo hago solo,
lo hallo sin respuesta,
lo encuentro en deterioro.

Pero lloro,
en silencio, 
solo, 
sin rencores.

Pero solo,
en mi mejor compañía,
la que me da vida,
la que sufraga mi agonía.


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