Te sientas delante del televisor.
Esperas que te deje tonto,
atolondrado,
gilipollas.
Una cena de gambas,
una copa de vino
y un viaje de yerba,
mi gran compañera de viajes.
Miles de improperios pasan por mi mente como naves espaciales a la velocidad de la luz.
Todos hacia mí.
Entonces me incorporo,
cojo aire y sonrío.
La tele me atrapa y saca sonrisas de cristal.
Una luz pasa por mi mente
y me dice al oído que te he perdido.
Entonces todo se vuelve blanco a mi alrededor.
- El tiempo es sabio. - me susurra la luz.
- El tiempo es todo aquello que esperamos mientras lo estamos perdiendo.- dice el lobo a lo lejos.
Me flagelo con imagenes y canciones que me recuerdan momentos mejores.
Mi cuerpo se cansa
y me quedo brévemente dormido ,
mis costillas dejan de clavarse en mis pulmones,
entonces un sonido perturba mi corto descanso,
es el sonido del lamento,
de la estupidez
y de mi falta de sentidos o sentimientos.
Soy un ser confuso
pero aun así te digo que nada podrá curar tu ausencia
ni perdonar mi torpeza.
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