Cuando estuve en el hospital, con la polla como una berenjena, me hicieron mil pruebas y para poder realizarlas tuve que quitarme los piercings, las pulseras y el collar.
Ese collar llevaba mucho en mi cuello.
El collar se resistía a salir, despues de mucho insistir y de hacer falta dos enfermeras y dos camilleros el collar cedió.
Recuerdo que lo guarde en un huevo kinder con los piercings.
Ese collar me lo había dado Monika y tenia un significado especial, un recuerdo de lo que nos amábamos los dos. Monika decia que me lo ponía cuando sabia que nos veriamos, pero la realidad es que se mantuvo inamovible de mi cuello hasta ese momento.
Yo aun no era consciente, pero el collar se quedó para siempre en el huevo Kinder.
Lo había sustituido por un ser lleno de amor y que permanecía siempre a mi lado.
Había encontrado por fin la respuesta a todas mis preguntas, lo había substituido por ella.
Sin saberlo, la decisión era clara:
Ella seria la elección final.
Ese collar llevaba mucho en mi cuello.
El collar se resistía a salir, despues de mucho insistir y de hacer falta dos enfermeras y dos camilleros el collar cedió.
Recuerdo que lo guarde en un huevo kinder con los piercings.
Ese collar me lo había dado Monika y tenia un significado especial, un recuerdo de lo que nos amábamos los dos. Monika decia que me lo ponía cuando sabia que nos veriamos, pero la realidad es que se mantuvo inamovible de mi cuello hasta ese momento.
Yo aun no era consciente, pero el collar se quedó para siempre en el huevo Kinder.
Lo había sustituido por un ser lleno de amor y que permanecía siempre a mi lado.
Había encontrado por fin la respuesta a todas mis preguntas, lo había substituido por ella.
Sin saberlo, la decisión era clara:
Ella seria la elección final.
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