jueves, 25 de julio de 2013

En un parque

En un parque, en la noche Barcelonesa,
la conjunción de una conversación estéril despierta en mi ser diferentes pareceres.
Los sentimientos se mezclan con preguntas sin respuesta,
extrañas justificaciones y palabras huecas en sentido y práctica.
Aquellos ojos, aquellos ojos que tanto veneré ya no me transmitían nada.
Una ligera extrañeza, un sinfín de respuestas sin resolver. Un sentimiento de " me dejaste ir...", con un " tranquila, ya pasó".
Se hacen muchas estupideces cuando se está enamorado o cuando uno se siente atrapado.
Atrapado en un mundo que no confía en el, con una pareja que le repudiaba en sus últimos días, con una crisis que le dejaba como un vago, un perdedor, una puta mierda social.
Hasta que un día, te dan la patada, y en los rebotes, pierdes todo ese peso y despiertas harto de todo, con la sensación de que el amor, ese tan jodidamente fantástico...apesta. Y que tu, lo que quieres, lo que has querido toda tu vida fue querer.



No al amor, si al querer.
Y esto tiene una explicación:
- Amar conlleva dejar de ser, por lo menos en mi experiencia.
- Querer, es poder. Es hacer sin esperar nada a cambio, es compartir lo que se tiene, no lo que no se posee. Es obrar como se es, y no como se pretende que seas.

Y esto merece otra explicación:
- Realmente, merezco lo que me pasó. Las formas podrían haber sido distintas, pero lo merezco. Dejé de ser yo, para no ser nada. Ahí me perdí. Y no fue hasta que me vi en esa fatídica noche en Sagrada Familia, en la calle, cuando empecé a reaccionar.
Sin eso, sería impensable ver mi auténtico ser, otra vez al pie del cañón.

Recordando momentos en un parque, mientras aquellos ojos miran al suelo. Acercarte a ellos, sacar valor del dolor y decirles que eso ya es pasado, y como tal, ya pasó.
Escuchar de su propia boca, que aquellos con los que se juntaba, aquellos que no llegaste a ver, eran superficiales...esbozando ( tu ) una media sonrisa, entre hijos de...y lo sabía...para inmediatamente pensar...y a mi que más me da?

El pasado.
Es aquello que evoca generalmente en estos temas...unas metidas de pata de las gordas. Así que para que recordarlas?

Todo ello me hizo ver que realmente ese no era mi camino. Un camino donde no me sentía identificado, donde ni era, ni se me dejaba ser yo mismo. Donde por la noche se me ocultaba y por el día se me repudiaba.
Y vuelvo a repetir.
Todo ello es merecido...para volver a ser, para volver a bailar mientras como un mango, para poder sacar a Cohen con su correa alrededor de mi cuello, para poder escribir tanto sentimiento, de la mejor y más meditadamente posible.

Para poder mirar a esos ojos y decirle hasta la vista, hasta aquí llegué...por ahí estaré...

De todo se aprende,
de todo se fortaleze,
con todo se tropieza
y uno mismo se levanta.
El culpable de sus faltas,
es uno mismo.
Esto es así,
sin más.

Te quise,
te guardo,
me recuperé.

Y repito:
Todo lo que recojo, antes lo sembré.
Todo lo que me pasó, lo merecí.
Para volver a ser,
has de caer en lo que fuiste.

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