jueves, 15 de febrero de 2018

Un mundo imperfecto


En un mundo perfecto jamás existiríamos,
Billy Corgan no habría escrito Siva en 1991,
John Coltrane no habría tocado el saxo
o Aldous Huxley no habría escrito jamás filosofía.

En un mundo perfecto Trent Reznor no habría destrozado todo el equipo en Lollapalooza de 1991,
gastándose todo lo recaudado en taquilla,
Jackson Pollock habría sido tachado de loco,
Allen Gisberg habría muerto en uno de sus viajes a dedo.

En un mundo perfecto jamás de los jamases existirían los espirales,
con sus futuros inciertos,
ni los viajes astrales encima de un unicornio llamado LSD.

En un mundo perfecto no existiría la desazón,
el vacío de no encajar,
las cajas viejas de zapatillas en un rincón de la habitación.

En un mundo perfecto no existiría la protesta,
la lucha contra la injusticia,
la esencia de la vida.

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