lunes, 25 de abril de 2011

Pequeña...


Por la garganta de la muchacha
no salía ninguna palabra.
Diminuta era
para un mundo tan grande.

Por las mejillas de la muchacha
sonrisas cristalinas ocultaban su desdicha,
lágrimas saladas se agolpaban en sus ojos,
lágrimas pasadas,
teñidas de presente nostálgico.

Ella sabía que huellas una vez dejó,
pero al no recordar que paso dio,
no pudo recordar donde las huellas dejó.

En sus pulmones humo tuvo un tiempo,
sin humo,
recogió oxígeno,
pero sus pulmones aún sintió incompletos.

Pequeña muchacha para un mundo tan grande,
pequeños vacíos
amontonados en un instante.


1 comentario:

lamujersinsombra dijo...

La muchacha enmudeció,
quería que sus palabras
tubieran sentido,
quería poder decir cosas bonitas,
pero estaba triste.

Ya no recordaba el sonido de su voz,
ni el color de la alegría,
ni el olor de la primavera.

Detrás había un vacío,
delante un abismo,
en medio la soledad.

Sus pulmones estaban limpios
y se ahogaba todavía.
Intentaba cojer aire
pero le resultaba demasiado espeso.

Llenava los vacíos que le habían dejado las ilusiones perdidas con recuerdos tormentosos de alegrías y tristezas.

Ahora da pasos pequeños para no perder el rastro, le da miedo tener que regresar y no encontrar el camino. Se siente tan pequeña en un mundo tan grande.

No se acostumbra al frío de la soledad.