lunes, 20 de enero de 2020

Entre cortes y puertas


Ya es lunes de nuevo, aunque yo los llamo miércoles.
No tenía ni putas ganas de levantarme.
Hace dos semanas, en el trabajo... bueno, he de decir, que tengo la extraña manía de secar los cuchillos contra mi delantal. Pasando el cuchillo alrededor de mi cintura.
Pues bien, entre que mi cocina es estrecha, lo nervioso que me pongo ( más de lo común en mi ) cuando me llevo un chasco personal y que algún compañero no es precisamente ágil...
Todo ello provocó que me clavara el cuchillo por debajo del glúteo izquierdo.
El corte atravesó el delantal y el pantalón. La sangre comenzó a brotar por mi pierna.
Yo, ni corto ni perezoso, agarré papel de cocina y lo metí por el agujero antes mencionado, presioné la herida...y seguí trabajando.
Cosas que tiene ser un insensible de mierda:
- Las cosas físicas pasan desapercibidas ( nadie se percató de nada )
- Las cosas mentales me rompen entero.
Curioso, verdad?

Ya no hay ni luz por las mañanas.
El invierno me priva de lo más bonito que veo cada mañana. El amanecer.

Ayer una chica entró con su perro al metro. Se notaba que era la primera vez, ya que el pobre, se agarraba como podía y por dentro maldeciría el invento de mierda en el que iba montado.
Me recordó a Cohen y su primera vez. Al cerrarse la puerta, estaba tan asustado que ladró a la puerta.
Ayer hizo siete meses que se fue.

Me he acabado el café.





P.D
Hubiera sido peor quedarse tirado en el altar


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