lunes, 27 de enero de 2020

Con la voz







Recuperé la voz,
y cuando lo hice,
ya no tenía ganas de gritar.

Recuperé la sonrisa,
liberándola de la ansiedad,
dándole color.

Veintiséis días después volví a cantar los platos;
a poder pedir en los bares;
a poder cantar mientras cocino.

Tanto tiempo encerrado sin la palabra,
dentro de un gran paréntesis,
donde no puedes liberar nada.

Para acabar descifrando la x,
mirarte al espejo
y ver la verdad.
  

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