Entrecortado y mudó entró al trabajo.
Una montaña de faena le esperaba,
él, necesitaba esa montaña y más.
Una pareja de cotorras se sentó en la barra.
- Mi novio? Mi novio no tenía trabajo y le dejé! - cotorra uno
- Muy bien, yo al mío, como no tenía suficiente dinero hice lo mismo.- Cotorra dos
- Has visto a este?
- cotorra uno
- Seguro que es gay - cotorra dos
Mientras le miraban
- Perdona guapo - cotorra dos
- Ni guapo, ni guapa, yo a ti no te acompaño ni a la puerta. - zanjó la conversación.
La luna pesaba,
la gente seguía entrando y comenzó a sudar.
En ese momento, todo desapareció,
se centró en el trabajo y en las risas de sus compañeros.
En cuanto bajó un poco el ritmo,
se hizo un cigarro y se sentó fuera;
lo encendió y miró al cielo.
Estaba cubierto,
no había luna.
El miraba con una sonrisa,
cuando comenzó a llover y con esa sonrisa se quedó fumando bajo la lluvia.
El mal había pasado,
volvía a sonreír,
de momento, todo había pasado.
Una montaña de faena le esperaba,
él, necesitaba esa montaña y más.
Una pareja de cotorras se sentó en la barra.
- Mi novio? Mi novio no tenía trabajo y le dejé! - cotorra uno
- Muy bien, yo al mío, como no tenía suficiente dinero hice lo mismo.- Cotorra dos
- Has visto a este?
- cotorra uno
- Seguro que es gay - cotorra dos
Mientras le miraban
- Perdona guapo - cotorra dos
- Ni guapo, ni guapa, yo a ti no te acompaño ni a la puerta. - zanjó la conversación.
La luna pesaba,
la gente seguía entrando y comenzó a sudar.
En ese momento, todo desapareció,
se centró en el trabajo y en las risas de sus compañeros.
En cuanto bajó un poco el ritmo,
se hizo un cigarro y se sentó fuera;
lo encendió y miró al cielo.
Estaba cubierto,
no había luna.
El miraba con una sonrisa,
cuando comenzó a llover y con esa sonrisa se quedó fumando bajo la lluvia.
El mal había pasado,
volvía a sonreír,
de momento, todo había pasado.
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