Quiero un botón en la cabeza que me anule el pensar,
que me devuelva mi equilibrio,
que me trasmita la calma que necesito.
Necesito un puto botón en la cabeza,
que anule las frecuencias que no me dejan dormir,
que me destroza el descanso y me llena la cabeza de bichos.
No, no necesito eso.
Necesito un tapón en la boca
y no un buzón de correos,
donde me mantenga callado,
anule los sentidos
y solo asienta inerte a mi propia vida.
Necesito cuatro hostias bien dadas
y una patada en la boca
para poder respirar el hedor de mi sangre contra el suelo,
vomitar toda mi mierda,
lagrimar todo aquel dolor.
Puede que sea solo cuestión de suerte.
Igual que en la lotería,
te puede tocar en tus motivos,
en encauzar tu ruta,
en trazar pinceladas sin miedo a salirse del marco.
Puede que ser diferente se llama así
por que vas a la contra del resto.
Donde encontrar su sitio,
huyendo de lo establecido
cuesta lo suyo.
Puede que mi equilibrio sea bien definido,
ya que sin pensar en los miedos,
ni el alma,
ni el clero,
habrían debatido semejante cuestión.
Necesito una cura para dejar de hablar con los dos,
aunque son los dos quienes somos,
ni blanco,
ni negro.
Solo vida,
solo razonamiento.
que me devuelva mi equilibrio,
que me trasmita la calma que necesito.
Necesito un puto botón en la cabeza,
que anule las frecuencias que no me dejan dormir,
que me destroza el descanso y me llena la cabeza de bichos.
No, no necesito eso.
Necesito un tapón en la boca
y no un buzón de correos,
donde me mantenga callado,
anule los sentidos
y solo asienta inerte a mi propia vida.
Necesito cuatro hostias bien dadas
y una patada en la boca
para poder respirar el hedor de mi sangre contra el suelo,
vomitar toda mi mierda,
lagrimar todo aquel dolor.
Puede que sea solo cuestión de suerte.
Igual que en la lotería,
te puede tocar en tus motivos,
en encauzar tu ruta,
en trazar pinceladas sin miedo a salirse del marco.
Puede que ser diferente se llama así
por que vas a la contra del resto.
Donde encontrar su sitio,
huyendo de lo establecido
cuesta lo suyo.
Puede que mi equilibrio sea bien definido,
ya que sin pensar en los miedos,
ni el alma,
ni el clero,
habrían debatido semejante cuestión.
Necesito una cura para dejar de hablar con los dos,
aunque son los dos quienes somos,
ni blanco,
ni negro.
Solo vida,
solo razonamiento.
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