Encontré mis dos zapatos izquierdos debajo de la cama.
Me bañé en alcohol añejo para poder sonreír sin pensar.
Recuperé abrazos apagados detrás de la gran tela roja.
Cociné platos nuevos, cosas propias, sabores que tenía en la mente.
Volví a soñar con ella después de meses sin hacerlo.
Sequé mis lágrimas al sol de la primavera.
Contemplé mi cuerpo desnudo delante de un espejo sucio.
Fumé lo suficiente para comenzar a aborrecerlo.
Canté como un poseso por la calle, paso a paso, canción tras canción.
Tatué pequeños recuerdos en mi piel para recordarme cada día lo que soy.
Visité nuevos lugares con magia.
Estreché el cerco a nuevos objetivos.
Arruiné mi presente pensando en mi futuro.
Construí un presente destruyendo mi pasado.
Expuse mi corazón sin razón.
Alimenté la agonía y me quedé sin sueño.
Perdí la energía después de los batidos.
Razoné todas estas sensaciones para comprender que sigo sin saber nada.