Nunca en mi vida lo hubiera imaginado,
nunca en vida, en sueño quizá.
De extraordinarias mujeres me he rodeado,
extraordinarias a la vez que diferentes;
diferentes al igual que parecidas...en cierto modo.
Con carácter marcado,
o paciencia infinita.
De dulces sonrisas,
bocas bonitas,
besos sabor golosina.
Nunca me aburrí conversando,
siempre me acabaron conquistando.
De cuerpos diversos,
curvas poéticas,
nalgas redondas,
senos...senos perfectos...
y labios?; labios carnosos,
labios rosados como hermosos pezones,
lenguas sabrosas y húmedas,
como néctar de sabrosas frutas.
De todas aprendí,
a todas amé,
con todas me reí
y todas rieron.
Pesadillas y sueños pasamos en el lecho,
pesadillas, sueños y algún achuchón bien derecho.
Todas me amaron y soportaron,
todas cuidé y protegí.
Más algún engaño también pasé,
aunque alguna decepción pude ser...
Y ahora distantes,
aunque siempre cercanos,
os digo que aun así
os sigo amando.
Y sé que no soy justo,
pero tampoco soy esquivo,
que lo que una vez hubo,
siempre guardamos bajo el pecho del recuerdo.
Allí en los sueños nos vemos,
aquí en las sonrisas seguís viviendo.
A mis amadas mujeres.
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