miércoles, 15 de abril de 2020

Diario de una cuarentena (11,12,13 y 14)


Mi querida pandemia:

Hay días el los que me cuesta escribir.
Sacar el sentido del humor o de la razón cuesta viendo la cantidad de hijoputismo que nos rodea.
Qué eso es humor? Qué ya lo he hecho otras veces?
Si, pero hay días y días. Y muchas veces no sé en que día vivo.

Los periódicos españoles son una risa. Cada uno va a su bola, igual que la política.
Ni siquiera con una pandemia como esta son capaces de trabajar juntos.

Y las religiones?
Las religiones hacen que los periódicos y los políticos me caigan bien.

Y claro, toda esa basura se la está comiendo la sociedad.
Asustada, desprotegida, manipulable.

Con todo esto, por dónde comienzo?

El deporte.
Baluarte del entretenimiento humano, más allá del juego o el porno.
En Francia, intentan salvar el Tour como sea, ya que dicen que muchos equipos irán a la quiebra si no se celebra.
Claro, es mejor salvar el Tour, que campen a sus anchas cientos de ciclistas por toda Francia con un cartel en el culo que ponga "save my fucking ass".
No quiero ser un hipócrita, me gusta el deporte, siempre lo he practicado y lo he seguido. Pero en medio de esta crisis, realmente...a quién coño le importa?
Publicitariamente, se les ha puesto como héroes ante la sociedad y ejemplos a seguir.
Pues ahora todos esos millonarios, como en el caso del fútbol, salen con sus huevos toreros a decir que no quieren recortarse sus salarios hiper inflados por que tienen gastos.
Ya me gustaría ver como cojones sobreviven con el mismo dinero que sobrevive una familia que tiene un puto póster de Kroos, Griezmann o Farfán en su salón.
Que tiempos aquellos en los que el obrero discutía que si fulano de tal, de tal club de fútbol, estaba mal pagado cobrando unos míseros 10 millonacos de euros.

Mientras en gran Mariano Rajoy, el hombre de los hilillos de plastilina, pasea por su urbanización.
Las grandes familias que manejan el cotarro han conseguido que se levante la veda para que sus trabajadores vuelvan al trabajo y sigan inflando sus cuentas bancarias.

La Caixa, mi banco por cierto. Planea abrir un banco para millonetis. Serán cuentas que para abrirlas sean necesarios 500.000 euros y con sede en Luxemburgo.

Pero lo que más me gusta sigue siendo el tacto humano.
Seguimos saliendo a los balcones a las 20h para aplaudir.
Qué coño aplaudimos?
Trabajadores de supermercados, hospitales, farmacias, etc...  cuando llegan a sus casas, después de dar un servicio a la comunidad, encuentran en sus buzones, puertas, rellanos e incluso coches, mensajes amenazantes de sus propios vecinos!!
Nota para tontos:
Vecinos que consumen todo lo que ellos trabajan y se exponen para ello.
Pues esos intelectuales, amenazan a estos vecinos para que se muden de piso. Ya que ellos podrían propagar el virus.
Eso si, mañana que me atiendan.


En Turquía, dan de comer a los gatos callejeros, pero no a los refugiados.
O en España, donde los centros de inmigrantes siguen alejados de la "mano de diosito".
Incluso, una patera llegó a la costa de Benidorm!

Si algo me deja en claro esta situación, es que el ser humano, pase lo que pase, siempre barrerá para sus propios intereses. Cueste lo que cueste.

Salud, pandemia, dinero, aplausos y cintas de vídeo.

1 comentario:

Su Insomne dijo...

Tristemente esta sociedad es de risa, de juicios baratos, de criticas hirientes y de abandono a los ya antes abandonados.
Solo espero que reciba el golpe quien realmente se lo merece y no los pobres como de costumbre.
Un abrazo