Cae la noche en un nuevo principio.
Todo es confuso,
nuevo,
pero terriblemente solitario.
En un sofá incómodo
y al que le falta un cojín,
intento poner mi cuerpo
y taparlo con un saco de dormir.
No se oye nada,
solo las cuatro paredes,
que serán mi nuevo hogar,
que son mi nuevo principio.
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