En el silencio del pensamiento,
donde se confunden los sueños con las pesadillas,
donde las acciones pasadas son visionadas infinitas veces
y las presentes/futuras son mostradas en frames entre vueltas y vueltas de sábana.
En el silencio devastado de la derrota,
aquella que perdiste en estrategia,
que llegó sin ser vista,
que desangró sin piedad tu defensa por la espalda.
En el silencio de las palabras que no merecen la pena,
de los valores carentes de sentido,
de la mirada a la perplejidad,
del aliento del abismo.
El en silencio de la desilusión,
de los pasteles creados por la nada,
los regalos podridos sin uso,
las velas envueltas en plástico.
En el silencio de los corazones oscuros,
de los caprichos temporales,
de la inocencia adulta,
de la estupidez humana.
En el silencio de los abrazos,
de las promesas,
de los besos huecos,
del adiós.
1 comentario:
Ayer alguien me recordó que te había querido mucho, y preguntándonos por ti, nos dio un mensaje, «que tarde o temprano llega, la persona adecuada» y yo también lo creó.
No te precipites y se paciente, llegará y será la definitiva
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