miércoles, 19 de junio de 2019

Con la persiana abierta



Mandé a la mierda todo;
dejé hablar al corazón;
grité al aire mi ira;
alcé la vista al cielo
 y respiré.

Envolví  pesadillas entre sábanas;
curé en alcohol las heridas;
fumé a pulmón la ansiedad;
maldije la impotencia en la oscuridad de la noche.

Desperté con la luz en la cara,
el cante de los pájaros,
la brisa de la mañana,
la claridad del alma.

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