No le insistas al presente con las cosas que no te dio el ayer,
no abraces un sueño sin estar presente,
no creas en la gente que no creyó en ti.
Despídete con valentía,
sonríele a la vida,
descarta las impurezas del asfalto.
Ya que el ayer es algo que ya viviste,
sin marcha atrás,
ni redenciones.
Y el presente,
es aquello que construyes en cada paso del ahora,
para ser mejor que el del ayer.
Así que adiós ayer,
que el presente me embargue
y el futuro te nuble.
Que jamás no significa nunca,
pero nunca no significa hoy,
aunque tampoco mañana.
Y algún día será mañana,
cuando nos miremos con una dulce sonrisa,
y saludemos de nuevo al día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario