Nada cambia mientras cambia todo.
Un invierno sin frío,
una casa pintada con un patio renovado,
un botellero convertido en lámpara,
unas cabezas de muñecas en el techo,
una botella de vino casi vacía.
Nada cambia, solo pasa el tiempo.
La T.v siempre puesta,
impregnando de dolor, odio y falsedad a todo aquel que reniegue de leer, de informarse, de tener un pensamiento propio, crítico y meditado.
Conflictos armados, hambruna, avaricia...mientras esperas que se enfríe el plato de comida en la mesa redonda.
Nada cambia si no se intenta.
Habitáculos diminutos y llenos de cosas,
gente moviéndose por todas partes,
la colada tendida entre gotas de lluvia,
conversaciones sin sentido,
café y cigarros a la intempérie.
Nada cambia mientras cambia todo.
Un libro,
un abrazo,
una quemadura,
un corte sangrante,
una larga levedad del ser.
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