Un día te levantas y te das cuenta de que todo,
todo...es una mierda.
No en serio, simplemente te paras a pensar en el siguiente paso,
mirando desde fuera, como los acontecimientos se repiten. Como buscas o aparecen elementos repetitivos en ciertas fases del juego.
Así, que en ese momento, sin darte cuenta, substituyes las cosas.
Cambias el King of Limbs por el False Idols, báilame el agua por tu vida en 64 minutos ( o palabras ), la cerveza por el té o el seven Up, la carne por la verdura, el facebook por el twitter ( esto no es verdad ), las noches...las noches siguen siendo noches, pero después de un diazepan o un peta, logras descansar para despertar al rato y sacar a los perros antes de que los niños vayan al colegio, antes incluso que se despierten sus padres.
Después, desconectas, te sientas en tu ventana con un libro y con el rabillo del ojo, observas pasar a la gente, y por mi calle, pasa mucha gente, a todas horas.
Un día te levantas y piensas que quizá, no todo sea una mierda.
Lees el periódico y entre la risa y la indignación piensas en una cosa : "una puta isla desierta" para ti y para los tuyos. O simplemente piensas que en el mundo actual, el que se considera patriota, es un incauto, un inculto, un...simple. Ya que la tierra, si algún día fue de todos ( por igual ), hoy día pertenece a los mercados, los bancos y los gobiernos corruptos ( todos ). Así que lo único importante, es buscar un lugar, donde poder seguir realizándote, para que cuando llegue el día ( que estés realizado ) sepas que lugar del mundo o a que lugar del mundo perteneces.
Más tarde, te pasas un buen rato, mirando las redes sociales. Como, de todos tus contactos, ninguno te dice nada o comparte nada contigo. Hasta que lo miras fijamente, como hipnotizando la pantalla y descubres que si tu eres el primero en escribir, una pequeña parte de esos contactos, comparte tus intereses y aprecio. Aunque sigas pensando, que el mayor logro, es el café, el cigarro y el amigo...delante.
Sin saber bien el por que, un día cualquiera, vuelves a hacer fotos y al poco, vuelven a salirte diferentes currillos relacionados con ello. Piensas que quizá a sido un golpe de suerte, o que puede que se deba a que tienes cosas que decir, y necesitan salir. Y eso a su vez, se ve reflejado.
Así que vuelves a pasar horas, buscando la luz perfecta, o pensando en la imagen que buscas, anhelas o pretendes, para un trabajo u otro.
Cuando cae la noche, un pequeño escalofrío te reconcome la cabeza. El amor. Ese amor que se fue, ese momento que revives una y otra vez, hasta que el mismo escalofrío, vislumbra, que de todo se aprende, y no por ser una cosa u otra, hubiera sido diferente. Simplemente, no eras tu. No el culpable, eso es lo de menos, no eras tu la persona indicada, o tal vez el lugar, o los acontecimientos. Es como una novela, si describes mal los hechos, es una mierda de novela. No funciona. Aun así, recuerdas miles de momentos con una sonrisa.
Y para llegar a todo esto, has debido de escupir, desflemar, gargajear, salivar, esputar todo tu ser. Ver como salía de tu boca, de tus labios, entre los dientes, por la punta de la lengua, cada gota de veneno, cada gota de oscuridad, cada pensamiento engañoso, corrosivo, dañino.
Lavarte la cara y continuar.