Y me callé,
me hice pequeño,
observador,
objetor.
Me rehacía,
recomponía
y volvía.
Y me callé,
dejé hacer,
tragué,
aguanté.
Me rehacía,
me negaba,
y volvía.
Y me callé,
insultado,
ultrajado,
vejado.
Me rehíce,
me mantuve,
coloqué la balanza.
Y no volví.
Se acabó,
un sueño esquivo,
una ilusión podrida,
un engaño casi pulcro...
Se acabó...
lo poco bueno.
Lo malo,
aun persistirá...
me hice pequeño,
observador,
objetor.
Me rehacía,
recomponía
y volvía.
Y me callé,
dejé hacer,
tragué,
aguanté.
Me rehacía,
me negaba,
y volvía.
Y me callé,
insultado,
ultrajado,
vejado.
Me rehíce,
me mantuve,
coloqué la balanza.
Y no volví.
Se acabó,
un sueño esquivo,
una ilusión podrida,
un engaño casi pulcro...
Se acabó...
lo poco bueno.
Lo malo,
aun persistirá...
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