Echo de menos tu voz,
tu temple,
tu seguridad.
Echo de menos tu figura cuando te dejaba pasar delante mía,
tu cintura,
tus piernas.
Echo de menos tu complicidad,
tu sexualidad,
tu calor.
Echo de menos tus pies fríos,
tu sonrisa,
tus manos al coger las mías y ponerlas a tu alrededor.
Echo de menos verte dormir,
mirar el periódico,
desearte buen día.
Echo de menos tu olor,
tu cuerpo,
tu sabor.
Te echo de menos.
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