miércoles, 23 de julio de 2008

5º parte - El desorden


Como no todo puede ir bien siempre,
tuvimos el momento rallada.
Cuando me encontraba mas cómodo
a Ale se le giró conmigo,
y esto provocó un efecto dominó para el resto de la noche.
Marina con su ciego particular se empeño en recuperar a Ale... a su manera.
Desde mi toalla veía pasar a Ale perdido entre los guiris y metros detrás a Marina buscándolo.
A mi en ese momento me corto la noche.
A partir de ahí la noche paso a ser diferente.
Sentados cerca de la hoguera,
los colgados de Benicasim ( si, peña de allí ) comenzaron a surgir de todos lados.
Justo a mi lado tenía un grupillo que se dedicaba a mangar mochilas y un rato después a cuatro gilipollas intentando ir de listos con Marina y María.
Si a eso se le añade la forma que tuvo la puta guardia civil de echar a la gente de la playa...
así que recogimos las cosas y nos fuimos unos metros más para adentro de la playa,
donde no había ni guardia civil ni estúpidos pueblerinos gilipollas!

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