Me sacaron de las brasas,
cuando ya no creía en nada
y el aliento de la vida se perdía.
Me sacaron las sonrisas,
bajo un sol de justicia
y la espalda marchita.
Me sacaron de la soledad,
despertando en compañía,
dando la bienvenida a un nuevo día.
Me sacaron de los problemas,
cosiendo sueños en las noches,
abrazando con fuerza en las tempestades.
Me sacaron de mi burbuja,
dibujando nuevos paisajes,
compartiendo pensares.
Me sacaron de la apatía,
devolviéndome las letras,
traspasando mi alma.
Me sacaron a besos,
me estrujaron a abrazos,
desperté de nuevo.