Confundo las sombras con las luces de la mañana,
caigo noche tras noche sin conciencia bañando de alcohol los terribles amargores de la vida cotidiana.Dando vueltas entre mantas y sudores, sin cerciorarme si estoy dormido, despierto o muerto, mientras mi cabeza da vueltas sin encontrar la postura correcta.
Despierto en mi cama sin saber la hora, el lugar o la compañía que tengo a mi lado. Mil imágenes voltean mi cerebro, mil pensamientos del futuro/presente/pasado se apoderan de mi sueño, sin dejarme soñar o al menos descansar.
Qué hora será!?
Vuelvo a repetirle a mi interior.
Las imágenes del qué tengo o tendría que hacer aparecen como una losa en mi particular pantalla ocular.
Suena un despertador. Son las ocho de la mañana, ya es de día.
Cuánto he descansado? He descansado?
Mi espalda me dice que no,
mi cabeza aún esta bañada en alcohol,
el sudor sigue moviéndose por todo mi cuerpo.
He aquí, cuando mi mente reacciona levemente de su letargo cuando las imágenes cambian de rumbo, volviéndose más eróticas y lascivas. Trato de levantarme pero mi mente se mantiene incapaz de dar la orden a las piernas, que a su vez se la han de dar a los brazos.Al contrario de esto, noto una gran erección en mi entrepierna que se ha visto sobre excitada a causa de las imágenes eróticas que repite la pantalla de mi cabeza.
Qué hora será!??
Imágenes de carga y dolor hunden mi cuerpo en la cama. El odio hacia la sociedad se extiende por mi cuerpo creando las más incómodas posturas para mi cuerpo, haciendo que cada poro de mi cuerpo sufra de un dolor incómodo que al fin...
...logra que me despierte y levante de la cama.
Cuánto he dormido?Habré dormido?
Me encuentro totalmente despierto,
llevo una semana así.
Son las diez y diez de la mañana...
...por séptima vez.
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