Sudor

Si el amor fuese sencillo, volvería a amar.
Si pudiera sentir que puedo,
que lo siento,
que lo necesito...
Si el amar no me resultara esquivo,
maldito,
lejano.
Si la vida durara más de lo que hace,
los días 72h,
las noches eternas a tu lado.
Para poder jugar,
para poder tocarte,
para dejar que me toques.
Y así poder fundirte en uno solo
con un sexo sudoroso,
animal,
salvaje.
Si el amor fuese sencillo,
todos nos amaríamos.

Cocinando

Hoy explicaremos en la cocina del Lobo como preparar un plato de creer en ti mismo.

Ingredientes para una persona:
- Paciencia
- Un poco de empatía
- Huevos
- Pan rallado
- Sueños ( a granel )
- Una cucharada de Valor
- Una pizca de Convicción
- Una taza de Trabajo de mierda
- Azúcar
- Sal
- Sésamo
- 40 ml de Nuevas ilusiones.



Pones a cocer agua a fuego lento en una olla,
le pones una pizca de sal y un chorrito de empatía.
Mientras cuece en un plato bates un poco un huevo,
coges tus sueños y los bañas, pasándolos luego por el pan rallado y el sésamo.
En la olla de antes metes la paciencia. Deja cocer durante unos diez minutos a fuego lento y ciérrala ( tranquilo, la paciencia es lo que tiene. Aguanta ).
En una sartén, metes tu valor y convicciones, bien hartos y machacados, los cubres de aceite a fuego alto,mientras sofríes tus horas extras y tus cambios de horarios.
Luego metes los sueños empanados vuelta y vuelta.
Decoras el plato con una reducción de nuevas ilusiones y a tomar por culo!
Tu plato listo para comértelo y volver a empezar.

Mantas

Tengo miedo del presente,

de no ser suficiente,

de ser un fraude.

Tengo miedo de hacerme mayor,

de no reírme,

de no gritar,

de no pasarme de la raya.

Tengo miedo de no hablar,

no exteriorizar mi ser,

no hacerme notar.

Tengo miedo de ti

y de aquellos que se adentran en mi corazón y lo pisan,

lo escupen

y se ríen de ello.

Tengo miedo de segundas oportunidades,

de palabras mal recibidas,

de decisiones difíciles.

Tengo miedo de tantas cosas,

que las escondo debajo de cinco sábanas,

tres mantas y una vela,

creando para mi un lugar a parte,

donde nada ni nadie puede entrar...

...nunca de verdad.

Donde encuentro mi calma,

mi seguridad,

mis palabras.

Palabras del tiempo

Las palabras salían de su boca como poesía,

su tono de voz calmada y medido extraía pacientemente cada verso,

sus ojos me transportaban al océano,

mis letras tatuadas en su brazo me recordaban el paso del tiempo.

Aquello que fue una vez,

el tiempo de espera hasta llegar a este momento,

cuando solo somos piel que transita en la vida.

Momentos cordiales entre antiguas almas hermanas,

buscando el desayuno antes de las doce,

calmando los nervios,

vigilando las palabras,

hasta que se cae el telón y se vuelven a ver nuevamente.

Abrazos con las dos manos hacia algo que un día fue tuyo,

fue suyo.

El chico de oro

Me miró con cara extraña,

una parte de el no me reconocía,

la otra se sorprendió.

Me miró fijamente a los ojos

y me abrazó.

Con sus pequeñas manos me tocaba la espalda,

apaciguando,

mitigando el pasado,

perdonando mi partida sin despedida,

dándome aquellas palmaditas de aprobación,

sosiego,

amor.

Entonces besé su cabeza,

le miré y le dejé marchar.

No me despedí con un te quiero;

como ya hice otras veces.

Solo le dejé marchar.

Ciclos

Todos los ciclos acaban.
Por mucho que se luche,
se trabaje,
se cambien conductas.
Todos los ciclos acaban.
Las botellas de vino,
la marihuana,
la cocaína...
se acaban y debes pillar más.
Al igual que la alegría,
la confianza,
la estabilidad.
Con quién pasamos más tiempo?
Todos los ciclos acaban.
Parejas que no te comprendían,
amigos que no lo eran,
trabajos que no te valoraban,
apartamentos,
compañeros de piso,
mascotas.
Todo se va para en algún momento volver a formarse.
Todos los ciclos vuelven.
Siempre serás lo que eres.
Una canción olvidada,
una llamada desesperada,
un polvo fácil.
Todos los ciclos se acaban,
al igual que toda la mierda se limpia,
esperando no volver a encontrarla,
aunque sepas que está dentro de ti.