lunes, 18 de mayo de 2015

Qué coño?

Me llamo Oriol y soy de Barcelona. Llevo tanto aquí que la veo como un lugar repleto de mierda y publicidad.
Empezaré diciendo que mi día a día, bueno como decirlo. Puede que fuera que un día me levanté y lo vi claro, nada tiene sentido.
Te levantas por la mañana, desayunas, sacas a tu perro, tu abuelo o tu compañero de piso, vas a kurrar, te deslomas y vuelves a casa, cuidado que no te encuentres con nadie, hay que ser bueno para trabajar bien mañana. No fumes petas antes de kurrar, no bebas, no comas carne inyectada, no compres Monsanto, vota Podemos, no al corte inglés...Pero un día te levantas de la cama y todo eso era solo una puta ilusión.
Tienes 33 años y todo te importa una mierda.
Carlos y Mario? si, los conozco.Los conocí hace años mientras pasaba yerba. Esos dos, con sus vidas y normas, sus fiestas o vicios...
en serio? Es lunes. Hace poco que salieron de mi casa.
Mi día a día es una desilusión. Leo el periódico y me desanimo, no desayuno, mi primer café es sobre las 12 de la mañana. Cojo el metro con un montón de gente que corre desesperada y amargada hacia un trabajo que odian pero en un sistema que defienden. No tiene sentido.
Salgo de allí oliendo a sobaco del tío que tenía al lado y vuelvo a ver a la gente salir del metro y subir las escaleras como alma que les lleva el diablo. Yo no corro, disfruto de la música y el espectáculo que me da la sociedad.
Cuando llego a mi trabajo, mi jefe me dice que tendría que estar duchado, huelo a sobaco!
Empieza el turno, 8 horas interminables, donde se me exige lo máximo al mínimo precio. Al menos, la música hasta que no me la corten la pongo yo. Desde Massive Attack hasta Nick Cave...pasando por Ojete Calor y Putilatex.
Soy Barman.
Después de echar a los últimos borrachos y limpiar todos sus desperdicios vuelvo a casa en Bus Nit. Odio los autobuses, en todo su magnitud. Cuando van llenos y pilla a más gente ( poner más autobuses ), cuando frena en seco, sus interminables esperas..."si pone 20 minutos de espera...son 20 putos minutos, no 40!"
Llego a casa, saco a Kurt, mi pastor catalán, vuelvo intentando no hacer ruido, ya que vivo con dos personas más. Me pongo alguna serie y me fumo un buen porro.
Así es un día normal, pero los fines de semana, me toca aguantar a estos dos.
Carlos con su vida de mierda super cuadrada destrozada por un padre muy autoritario...y unas parejas de mierda. Él dirá lo que quiera, pero su última novia era toda una guarra. Palabra!.
Y Mario? Vive como si tuviera 20 años...con la diferencia de que ya los tuvo. Y otra cosa, realmente ese circo le está consumiendo. No le recuerdo una novia en los últimos 8 o 9 años.
Los fines de semana nos juntamos siempre en el bar, un bar pequeñito del Raval. La cerveza es buena y estamos tranquilos. Después, como por ejemplo este último fin de semana, alternamos otros bares, donde vamos perdiendo la cabeza, nos desinhibimos, perdemos el miedo, la vergüenza...la memoria. Hasta acabar en alguna sala, donde Carlos, ya con tres copas de más y alguna que otra cosa, no para de agobiar a chicas y yo de separar a sus novios, mientras Mario en el reservado ( es lo que tiene un amigo con contactos ), no para de beber y hacerse rayas mientras despotrica del mundo del arte.
Y esta es la cuestión. Si la vida de estos dos es como es y la mía como está siendo. ¿ qué coño se supone que debemos hacer?

Tengo 343 mensajes en el móvil en menos de 70h. Esa es mi realidad...aun les vendo Yerba

Control descontrolado

Mario es un chico peculiar.
No acabó los estudios, pero tuvo una flor. La fotografía.
Su vida cambió totalmente, el día que comenzaron a publicarle sus fotos. Antes era mozo de almacén.
Ahora vive en un Loft del Borne.
Trabaja mucho, y por todo el mundo, pero no madruga. Simplemente se despierta, coge la cámara de fotos y sale a la ventana. Tarda un par de horas en despejarse del todo y tomar su primer café doble, que acompaña con otro justamente después.
Mario trabaja muy cerca de casa, pero va en moto. Dice que lo prefiere antes de tener que cruzarse con gente. Le pone nervioso.
En su estudio trabajan 12 personas, todo chicas menos Luis, su becario.
Luis se encarga del teléfono, el café y los paseos y la estancia de la perrita de Mario cuando éste esté de viaje; Lagertha, su Bull Terrier de 40 kilos.
Hoy toca elegir fotos para una exposición. Se encierra en su oficina, pone Aphex Twin y se hace cuatro rallas de palmo. Entonces comienza a poner las fotos por todas partes, esparcidas por suelo y mesa, dejando todas a su vista. Las mira y remira seleccionando algunas y descartando otras. Hasta que le quedan pocas. Con eso puede pasar toda la mañana, y que lo le molesten. Despidió a dos becarios antes de tener a Luis por ese motivo.
Al medio día se va a comer. Él no cocina, va a un restaurante Vegano del centro. Se pide una botella de vino y una Musaka vegetal. Después de hincarse la botella y el café, va al baño a ponerse un poco más.
Luego  va a casa, pone Venetian Snares, en repetición "1000 years" y se prepara para ir a la fiesta de de esta tarde.
Se pone lo primero que pilla y se sienta en el sofá mientras suena la musica, relajado...
Al ser fotógrafo, a Mario le llaman para muchos sitios, eventos, fiestas o peloteos en general. Realmente no le gusta ir, pero es la gente que le paga al fin y al cabo.
Así que llega el taxi y le lleva a la fiesta.
Esta vez es en una especie de polígono, donde se va a celebrar una fiesta llena de modelos, Dj´s, representantes y drogas.
Mario sonríe y es cortés con la gente, aunque realmente esté hasta las cejas y posiblemente le importe muy poco todo eso. En cuanto cree que ha estado lo suficiente, se lía con la que sea y se la lleva a casa. Siempre las manda a casa después de follar. Se enciende un porro y se sienta en el sofá mirando a la calle.
Así es su día a día...Mario tiene 32 años.

La vida se puede normalizar


Carlos es un  chico normal.
Siempre se levanta temprano para ir a trabajar, dice que así " aprovecha más la vida ". Hace ejercicio, saca a su perro, se ducha, se toma un café solo y se va a trabajar. Coge el metro, se pone música, la elije minuciosamente para cada momento. Hoy suena "one by one" de los Black Seeds. Mira las caras de la gente con una leve sonrisa, reposa su cabeza y desconecta hasta llegar a su parada.
Hace unos días, el metro paró en seco y su mano fue a parar a los pechos de una chica Asiática; le sigue ruborizando esa imagen. Es vergonzoso.
Para a unos diez minutos caminando después del metro y va mirando edificios, oliendo las plantas del mercado, mirando los carteles de las tiendas.
Llega media hora antes que nadie, pero el insiste en "aprovechar", así que lee la prensa.
Carlos trabaja en un Bufete de Barcelona. Es abogado. Estudió durante muchos años, no por vago, si no para poder pagar los créditos y poder trabajar al mismo tiempo para hacerlo.
Carlos se dedica al papeleo, los cafés, las fotocopias. Dicen que aún le falta experiencia. Él no sé desanima. Dice que poco a poco irá subiendo. Lleva dos años con el mismo sueldo. Tiene 34 años.
Después de un largo día, compra fruta en un supermercado ecológico, siempre el mismo. Le fascinan los pasillos de la fruta y la verdura, dice que son los colores más puros de la ciudad.
Pasa por una antigua taberna Francesa donde se toma un café y espera cada día en poder pedirle una cita a la camarera. Lleva tiempo soltero.
Carlos lleva tiempo viviendo solo. Sus amigos le compraron un perro, un Schnauzer mediano. Incluso le pusieron el nombre. Sammy David Jr. Mutuamente se hacen compañía, escuchan música...y hablan.
Hace mucho calor en esta ciudad en pleno Mayo, así que amo y mascota se van al parque. Desde allí se ve todo, puedes imaginar todas aquellas vidas y sentirlas, puedes ver como la luz natural baja y con ella esos colores que se forman en el cielo. En ese momento vuelven para casa.
Prepara una ensalada con las verduras de hoy, abre el ordenador y pone a cargar un episodio de House of Cards. Se acaba la ensalada, limpia los platos, se pone cómodo y se enciende un gran porro de yerba. Cuando se lo acabe, será el momento de ir a la cama y volver a vivir lo mismo mañana.
Así será hasta el fin de semana...

Las tres fases

Hace tres días que paré el móvil. No solo eso!. Resulta que hoy en día, en pleno siglo XXI puedes desconectarte, es fácil. Solo necesitas unos pasos claros:
- Móvil en modo avión. Eso significa fuera WhatsApp..., ni redes sociales, ni mierdas! Como por ejemplo el tercer check|. El teléfono de casa da lo mismo, nadie lo sabe. Ni tu mismo!, solo tu madre, así que si suena, ya sabrás quien es.
- Internet de tu ordenador. Bloquea todo aquello por donde pudieras tener contacto con alguien.
- No abras la puerta.
- Sal solo para lo justo. Un par de veces para sacar al perro, comprar tabaco, algo de yerba, cerveza, comida, mirar la primitiva...etc...
Y ya está!!

A lo que iba. Iba a contar tres historias.
Entrelazadas en sí, por el hecho de pensar en la cantidad de vidas que llevamos dentro, la variedad de personajes que nos habitan, en el hecho de saber o intentar esclarecer en que se basa todo esto. Posiblemente tres de las historias que me rondan...