Esta mañana,
trabajando me había tomado un segundito para fumarme un cigarro.
Al ser sábado justo delante de la pizzería ponen un puesto de collares del mercadillo.
Me puse justo al lado del puesto con Nico.
En ese puesto estaban tres niños mirando unas pulseras,
se acercaron y me pidieron si sabía de quien era el puesto o si yo era el encargado.
Querían comprar una pulsera.
A lo que llega el dueño del puesto con el coche gritando que qué hacían allí. Los niños de origen magreví,
respondieron que lo único que pretendían era comprar una pulsera.
El hombre bajó bruscamente del coche y pidió de mala manera a los niños que enseñaran lo que llevaban en sus bolsillos.
El hombre cogió la bolsa de uno de ellos y saco todo lo que había:
Dos juegos, un DVD, unas zapatillas...cosas que habían comprado en el mercado.
Después de verlo el hombre pidió otra vez de mala manera a los niños que se fueran de allí, sin pedir disculpas por su comportamiento.
Los niños respondieron que si la calle era suya y que para gritarles ya tenían un padre.
En ese momento, un señor de unos 36 años aproximadamente que estaba comiendo en el restaurante y que yo muy amablemente había atendido, se giro hacía los niños y les amenazó con darles un par de hostias. Al ver a ese hombre, padre de familia y el trato que había tenido conmigo
mientras le atendía me dio vergüenza ajena.
El hombre del restaurante, al ver que los niños no se iban se levantó de la mesa, a lo que yo me dirigí a los niños y les pedí que se fueran para casa y que lo hicieran tranquilos, ya que no habían hecho nada malo.
Cuando los niños se fueron, el hombre del puesto vino a hablar conmigo.Me comentó que le habían robado dos pulseras, a lo que yo le recriminé su actitud y defendí que no habían robado nada.
La vida cambia según el color de nuestra piel. Las formas son distintas, la intolerancia y la incultura priman sobre el respeto y el amor hacia el prójimo.
Como el hombre que comía en el restaurante. Te puedes encontrar con gente maja, pero que no cambie el color...
Pongamos color al mundo.
Luchemos contra la intolerancia.
Por un mundo de colores.
Un cabrón no tiene color...
trabajando me había tomado un segundito para fumarme un cigarro.
Al ser sábado justo delante de la pizzería ponen un puesto de collares del mercadillo.
Me puse justo al lado del puesto con Nico.
En ese puesto estaban tres niños mirando unas pulseras,
se acercaron y me pidieron si sabía de quien era el puesto o si yo era el encargado.
Querían comprar una pulsera.
A lo que llega el dueño del puesto con el coche gritando que qué hacían allí. Los niños de origen magreví,
respondieron que lo único que pretendían era comprar una pulsera.
El hombre bajó bruscamente del coche y pidió de mala manera a los niños que enseñaran lo que llevaban en sus bolsillos.
El hombre cogió la bolsa de uno de ellos y saco todo lo que había:
Dos juegos, un DVD, unas zapatillas...cosas que habían comprado en el mercado.
Después de verlo el hombre pidió otra vez de mala manera a los niños que se fueran de allí, sin pedir disculpas por su comportamiento.
Los niños respondieron que si la calle era suya y que para gritarles ya tenían un padre.
En ese momento, un señor de unos 36 años aproximadamente que estaba comiendo en el restaurante y que yo muy amablemente había atendido, se giro hacía los niños y les amenazó con darles un par de hostias. Al ver a ese hombre, padre de familia y el trato que había tenido conmigo
mientras le atendía me dio vergüenza ajena.
El hombre del restaurante, al ver que los niños no se iban se levantó de la mesa, a lo que yo me dirigí a los niños y les pedí que se fueran para casa y que lo hicieran tranquilos, ya que no habían hecho nada malo.
Cuando los niños se fueron, el hombre del puesto vino a hablar conmigo.Me comentó que le habían robado dos pulseras, a lo que yo le recriminé su actitud y defendí que no habían robado nada.
La vida cambia según el color de nuestra piel. Las formas son distintas, la intolerancia y la incultura priman sobre el respeto y el amor hacia el prójimo.
Como el hombre que comía en el restaurante. Te puedes encontrar con gente maja, pero que no cambie el color...
Pongamos color al mundo.
Luchemos contra la intolerancia.
Por un mundo de colores.
Un cabrón no tiene color...