sábado, 27 de julio de 2013

Dispara


Siéntale en una silla,
átale.
Que quede la cabeza derecha.
Prepara tu arma,
lánzale las palabras,
descárgate,
dispara.
Elije bien,
el hígado,
la rodilla,
un tobillo...
reviéntalo...
...dispara!!

Lo notas!?
es el placer de descargar la bala,
de mirar como revientan los órganos ante la violencia del impacto,
es el sentirte mejor destrozando algo bonito.

Carga el arma,
lanza más palabras,
dispara de nuevo,
descarga tu ira y frustración a través de un nuevo agujero,
salpica tu cara con la sangre de tu víctima,
insufla el olor de la pólvora de entre tus dedos...
...excítate.

Repite la acción,
borra esos ojos que te miran,
vacilantes, aun con luz...
...revienta esa mirada,
aunque sea física,
aunque la recuerdes el resto de tus días,
dispara!!!

Observa como todo sale disparado,
todo está esparcido por todos sitios,
en todas partes,
en tus brazos,
en tu pelo,
en tu boca...

Y ahora,
el golpe final.
Destroza ese corazón,
aun palpitante, vivo.
Que acelerado ante la evidente carga de trabajo,
se apresura a morir,
a pararse.
Evita que lo haga solo.
Dispárale,
revienta el centro de la vida,
de las emociones,
del todo!!!
Coge el arma y acaba con esto.
Experimenta el placer del final,
destroza ese último trozo de carne.
Vacía el cargador hasta que no quede nada...

Y después mírate,
y llora por fuera,
todo aquello por lo que no lloraste por dentro...


 

Acciones

Cabaret,
reír,
beber,
sonreír,
fumar,
beber,
charlar,
fumar,
sonreír.

Exhibirse,
bailar,
pollón gigante,
reír,
charlar,
fumar,
tontear,
metro,
colarse en una casa,
hablar con el corazón,
dormir...,
despertar entre caricias.

Desayunar,
pasear,
buscar llaves,
siesta...
dolor intenso de cabeza,
mucho dolor,
ducha,
sonreír.

Trabajar,
reír,
cerveza,
charlar,
recordar,
reírse de uno mismo,
cerveza,
teléfono,
dar ánimos,
escuchar,
comprender,
dar ánimos,
escuchar,
aconsejar,
pensar.

Pasado,
presente continuo,
futuro...
futuro?
El futuro es el presente continuo...




Escribir,
escuchar música,
charlar,
aceptar peticiones,
abrirse para ser más receptivo,
café,
perros perdidos que aparecen,
calamares,
chatear,
café,
calor,
mucho calor...

Justicia poética...
...presente continuo.


jueves, 25 de julio de 2013

En un parque

En un parque, en la noche Barcelonesa,
la conjunción de una conversación estéril despierta en mi ser diferentes pareceres.
Los sentimientos se mezclan con preguntas sin respuesta,
extrañas justificaciones y palabras huecas en sentido y práctica.
Aquellos ojos, aquellos ojos que tanto veneré ya no me transmitían nada.
Una ligera extrañeza, un sinfín de respuestas sin resolver. Un sentimiento de " me dejaste ir...", con un " tranquila, ya pasó".
Se hacen muchas estupideces cuando se está enamorado o cuando uno se siente atrapado.
Atrapado en un mundo que no confía en el, con una pareja que le repudiaba en sus últimos días, con una crisis que le dejaba como un vago, un perdedor, una puta mierda social.
Hasta que un día, te dan la patada, y en los rebotes, pierdes todo ese peso y despiertas harto de todo, con la sensación de que el amor, ese tan jodidamente fantástico...apesta. Y que tu, lo que quieres, lo que has querido toda tu vida fue querer.



No al amor, si al querer.
Y esto tiene una explicación:
- Amar conlleva dejar de ser, por lo menos en mi experiencia.
- Querer, es poder. Es hacer sin esperar nada a cambio, es compartir lo que se tiene, no lo que no se posee. Es obrar como se es, y no como se pretende que seas.

Y esto merece otra explicación:
- Realmente, merezco lo que me pasó. Las formas podrían haber sido distintas, pero lo merezco. Dejé de ser yo, para no ser nada. Ahí me perdí. Y no fue hasta que me vi en esa fatídica noche en Sagrada Familia, en la calle, cuando empecé a reaccionar.
Sin eso, sería impensable ver mi auténtico ser, otra vez al pie del cañón.

Recordando momentos en un parque, mientras aquellos ojos miran al suelo. Acercarte a ellos, sacar valor del dolor y decirles que eso ya es pasado, y como tal, ya pasó.
Escuchar de su propia boca, que aquellos con los que se juntaba, aquellos que no llegaste a ver, eran superficiales...esbozando ( tu ) una media sonrisa, entre hijos de...y lo sabía...para inmediatamente pensar...y a mi que más me da?

El pasado.
Es aquello que evoca generalmente en estos temas...unas metidas de pata de las gordas. Así que para que recordarlas?

Todo ello me hizo ver que realmente ese no era mi camino. Un camino donde no me sentía identificado, donde ni era, ni se me dejaba ser yo mismo. Donde por la noche se me ocultaba y por el día se me repudiaba.
Y vuelvo a repetir.
Todo ello es merecido...para volver a ser, para volver a bailar mientras como un mango, para poder sacar a Cohen con su correa alrededor de mi cuello, para poder escribir tanto sentimiento, de la mejor y más meditadamente posible.

Para poder mirar a esos ojos y decirle hasta la vista, hasta aquí llegué...por ahí estaré...

De todo se aprende,
de todo se fortaleze,
con todo se tropieza
y uno mismo se levanta.
El culpable de sus faltas,
es uno mismo.
Esto es así,
sin más.

Te quise,
te guardo,
me recuperé.

Y repito:
Todo lo que recojo, antes lo sembré.
Todo lo que me pasó, lo merecí.
Para volver a ser,
has de caer en lo que fuiste.

miércoles, 24 de julio de 2013

En palabras de perjurio



Sentado en un juzgado,
rodeado de gente que acusa,
de jueces que juzgan,
de causas perdidas.

Pasividad,
dejadez,
incapacidad,
desidia.

Poco importan ya.
Me mantengo erguido sobre la silla,
observando la situación,
el circo acusativo de aquellos que no creían.

Palabras que rebotan en las paredes,
para convertirse en gotas de lluvia,
en trozos perdidos en la inmensidad del mar,
en palabras viejas convertidas en versos nuevos.

Y miro,
levanto la cabeza y miro.
Todo aquello que no creyó,
todo aquello que no me hizo mejor.

El juez dicta sentencia,
pillando la palabra al vuelo,
que intenta corregir aunque la luz del sol no le deje.
Culpable.

Culpable por sangrar,
por correr,
por reír o pensar,
culpable de vivir.

Una sonrisa dibujan las palabras,
una sonrisa que limpia unas pisadas pesadas,
un final escrito en una mente cargada,
un final hecho sonrisa ligera.




Entre curvas

Abriendo los ojos,
contemplando la entrada del sol,
que poco a poco dibuja la silueta,
dando forma a unas suaves curvas.

Despertando sin recordar cuanto se duerme,
solo que se duerme.
Abrazando el sueño con fuerza,
notando como el también te atrapa.

Tocar la piel,
buscando en cada rincón 
una sensación diferente,
pero igual en esencia.

Jugar con los dedos,
sin que el tiempo importe,
sin que la luz ciegue,
dibujando con los dedos en la suavidad de las curvas.

Volver a mirar el sol,
para mirar al frente y sonreír
hacia una mañana nueva,
entre suaves curvas.



martes, 23 de julio de 2013

El ojo en tu frente

En un intento por descansar, mi compañero me cede el sofá. Diré mi compañero, por no decir mi huésped, ya que le cedí media casa, que corresponde a la habitación.
El huésped, no contento con ello, se sienta delante mía, se pone cómodo y coloca el portátil, si, portátil :

Ordenador personal móvil o transportable.

Como decía, coloca el portátil delante mía, y allí se queda hasta que presumiblemente me duermo. Esta operación, la ha repetido unas cuantas veces.
Anoche lo hizo a las 00.30.
Pues bien, esta mañana, hace un rato,  me desperté con el haciéndose un cigarro, justo delante mía!!!!
Eran las 06.15.
Si tengo una casa de 20 metros cuadrados ( una habitación grande ) y le "cedo" la mitad de ella...por qué hace estas cosas?
Ante la insólita estampa, busqué mis zapatillas y salí a la calle con Cohen para...no liarla, no decir nada, no matar...
Así que Cohen y yo hemos paseado por el barrio bien tempranito. Con las legañas y el pelo en la cara, cara de mala hostia y...subir la mirada y encontrar la luna llena mirándonos.
Cohen y yo, nos hemos detenido por unos momentos a contemplarla. La he sonreído y he comprendido muchas cosas de ayer...
Después de despedirnos de la luna, y dar un largo paseo por el barrio totalmente desierto ( claro, quién cojones pasea a esas horas? ). Hemos vuelto a casa, donde el huésped, ronca a gusto después de algún suspiro, en su espacio habilitado...para que después no digan que la amistad es algo poético...



lunes, 22 de julio de 2013

Hortelano

Días que pasan como noches,
noches que siguen como tal.
Presente confundido con pasado,
a las puertas de la nada,
del vacío,
de la angustia.




Una sonrisa,
una luz,
un sueño.

Un sueño entre curvas,
que observo al alba,
con detenimiento,
con cierta extrañeza,
lujuria,
inquietud.

Una sonrisa,
una copa de vino,
un beso,
una caricia,
un masaje...

...un pensar que el bien no te conviene,
un no pensar en más,
un no poder pensar.

Una sonrisa,
una voz clara,
unos ojos puros...
...un mañana para poder verlo de nuevo.

 

viernes, 19 de julio de 2013

El mirlo blanco



Recuerdo una frase de un anciano, que al verme una mañana hecho ciscos me dijo :

- Los buenos momentos duran poco, así que búscalos y aprovéchalos.

Y eso hice, pero con una pequeña sensación,
la sensación de que esos momentos ( no todos ), los pasaba con gente que simplemente ha ido pasando. Sin más.
Muchas de esas veces, he sentido como si cuando se te acaba la gasolina, esa gente hubiera desaparecido.
Ahora, vuelvo a estar en esa tesitura.
Es la historia del volver a empezar. Elegir bien con quien y ponerse a volar.
Es la historia del mirlo blanco.
Que por lo general es negro, pero en excepciones o variantes, puede haber blancos.
En definitiva : Un bicho raro.
En la historia del mirlo blanco, abandona todo al sentirse marginado, de ahí pasa un tiempo con diferentes personajes, quien más quien menos, se aprovecha de el, haciendo que este a su vez, confunda los malos con los buenos momentos, sumiéndose en un bucle de satisfacción...insatisfecha.
Pero este no es el fin.
Ya que un día, uno cualquiera, el mirlo, aquel marginado, comienza a aceptarse tal y como es y por lo tanto, las cosas poco a poco comienzan a ir como tienen que ir.
Y así, al final vuelve a casa, donde es nuevamente aceptado.

También existe la expresión de creerse un mirlo blanco, que consiste en ir de listo...cuando no se es.

Esta es la historia del mirlo blanco,
un ser puro,
diferente y predispuesto a nuevos conocimientos...manteniendo a salvo su espalda.


Ya no busco los buenos momentos.
Sé que los tengo.





El baño de Cohen

Cohen entró contento al tren,
llevaba años sin entrar a ninguno.
Sus patas, derechas sobre el vagón patinaban por el movimiento,
su lengua denotaba inquietud por saber el destino,
mientas, Greta le miraba con cariño.
En pocos minutos el tren paró,
cruzamos la vía y llegamos a la playa.
Allí, un montón de arena le esperaba.
Dejé la mochila y cogí a Cohen de la correa,
quitándome rápidamente la camiseta.
Poco a poco metí los pies en el agua ante su atenta mirada.
Seguidamente, el hizo lo mismo y acercó su lengua a las olas
bebiendo el agua de mar,
familiarizándose con el ambiente.
Estiré un poco y todo su cuerpo se acercó al mío.
Con cara de asustado le cogí de la panza como si fuera un niño en su primera vez
y el moviendo sus patas con rapidez comenzó a nadar,
para dejarse llevar por la corriente y volver a la orilla.
Greta volvió a acercarse a el,
como diciendo " te gusta?",
ante la atenta mirada de Laura, Guido y la mía propia.




Salí del agua y coloqué la sombrilla,
donde rápidamente, Greta y Cohen, cogieron sitio debajo de la pequeña sombra.
Después de unos baños más y de buscar escondites con Guido,
Cohen y yo volvimos al agua entre las rocas,
volviendo a zambullirnos en el mar,
en mi habita natural,
la cual quería mostrarle a Cohen,
la cual creo que le gustó.
La tarde siguió transcurriendo de manera normal,
los perros debajo de la sombrilla
y los amos jugando en el agua.
El camino de vuelta fue calcado al anterior,
con la diferencia de que Greta y Cohen,
agotados de olas y arena,
apenas podían pensar hacia donde íbamos,
para llegar a casa de Laura y Guido y comprobar como cada uno,
elegía un lugar para dormir una profunda, relajante y merecida siesta.

jueves, 18 de julio de 2013

Gracias

Por enseñarme que de los errores se aprende.
Por enseñarme que cuando caes tan bajo, solo has de remontar el vuelo.
Por demostrarme que aun soy capaz de sangrar cuando me hago daño,
por que aun quedan lágrimas en mis ojos,
por volver a contemplar las noches en su totalidad, con toda su hermosura.
Por hacer que mis manos vuelvan a escribir palabras.
Por demostrarme que no hay nada más importante que uno mismo, en su plenitud y en compañía de los demás.
Gracias,
por devolverme mi ser, mi espíritu, mi esencia.

Pero gracias sobre todo,
por demostrarme que se puede ser feliz,
aunque no tengas nada,
aunque estés solo,
aunque todo esté de culo.
Ya que en esos momentos es donde realmente enseñas lo que vales,
y lo haces para ti mismo.
Ya seas un perdedor o un soñador.
Eres lo que eres
y de eso se aprende a vivir.
Con una sonrisa,
con buenas palabras,
con buena energía...
y es precisamente eso,
lo que te lleva a volver a colocarte
en ambos sentidos.
A compartir tu esencia y recibir la de los demás,
sin complejos, sin bajones.

Gracias,
por dejarme ver,
que a este cuenta cuentos,
aun le quedan muchos que escribir.

Ser felices!



Reseteado

Y de pronto una sonrisa apareció en sus labios,
un atisbo de libertad,
una sensación olvidada en el más allá.
Refrescando una noche cálida,
con una lluvia de verano.
Sin buscar el sueño,
ya que falta no hace.
En una mañana se fueron,
en una noche llegaron los truenos,
en un instante se encontró remedio.
Ya que volar,
de eso uno nunca se olvida,
y aunque se carezca de polvo de hadas,
bien es bueno saber administrarselo
y igual de importante mantener bien cerca los pensamientos positivos.
Y así,
de sonrisa en sonrisa
se recuperan las energías malgastadas,
se colorean los cuentos,
se mastica la esperanza en uno mismo,
en cada uno.
Y todo en un abrir y cerrar de ojos,
esos que poco se cierran,
esos que no se cansan,
esos que ahora solo sonríen.




martes, 16 de julio de 2013

El mundo sin tiempo : La vaca Paca

Trazos dibujó un árbol y se sentó a su sombra, con una ramita verde en la boca y los brazos en la cabeza y en un profundo sueño se metió.
Colores, sombras, perfiles...todo ello pasaba como un sueño digital en su mente, hasta que un sonido enturbió su descanso.
Era un sonido extraño, como un cascabel, como una campana, como que estaba muy cerca...cerca de su sueño??
Así que abrió los ojos y se encontró con una enorme vaca de color violeta. Esta, a su vez no pareció inmutarse lo más mínimo, es más, parecía que ni le había visto.
"Hola" le dijo Trazos bostezando y moviendo los brazos por detrás de la cabeza.
"hummmm....umhhhhhhhh" Respondió la vaca.
"Me llamo Trazos!!! y tu??"
"hummmm...umhhhhhh" Respondió la vaca.
Trazos se puso delante de la vaca...
"no tienes boca!!"
Así, que sacó su lápiz y una boca le dibujó.
"Y ahora? puedes hablar? "
"uhmm...qu...t...co...ehhh?? " dijo la vaca.
Trazos sonrió y comenzó a dar vueltas alrededor de la vaca, mientras ella, intentaba articular palabra...
" ummm  ehhhhh...hola?? si!!!, hola y tal...?" Dijo ella.
" Hola!!hola!!holaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!" Decía Trazos sin parar de dar vueltas. " Y tu cascabel que tanto escucho? "
" Como buenamente has visto, soy una vaca incompleta, salí con pequeños defectos de la fábrica de leche, carezco de boca...aunque eso ya no...de cascabel en modo visible y de alguna que otra imperfección dicho sea de paso..."
"ummmm así que estás por acabar?? la fábrica de leche? "
" si, de ahí procedemos las vacas de la región, de la leche."
" Que extraño... creía que era al revés, pero sigue siendo gracioso, no crees??"
" Tan gracioso, como llevar un cascabel que no puedes ver, ni quitarte..."
" Eso se arregla " Trazos sacó nuevamente su lápiz y dibujó en el espacio gris del cuello de la vaca un cascabel enorme.
" Gracias, pero te agradecería que...me libraras de tan pesada y cargante carga, ya que es una gran molestia llevar algo que hace un sonido tan cargante"
" Cómo te llamas? cómo te llamas? cómo te llaaaaaaaamaaaaaaassssss???" Gritaba trazos alrededor de la vaca.
" Si me quitas el cascabel, te diré mi nombre!"
" De acuerdo " Así Trazos le quitó el cascabel. " Y ahora? como te llamas? "
" Me llamo Paca, la vaca Paca "
" Que gracioso!!!! Yo soy Trazos!!!" Dijo mientras tiraba el cascabel bien lejos...
...tan lejos que un golpe bien cercano se escuchó.
" Qué será eso? "
Paca y Trazos se acercaron al lugar del golpe y una sombra encontraron dolorida con la mano en la cabeza.
" Estás bien? " Pregunto Paca
" Necesitas que te pinte?" Dijo Trazos
" Hey!!!!!!!!!!!!!!! Cogerla!!!!!!!!!!!!!!" Gritaba una voz a lo lejos.
Una tromba de arena se veía a lo lejos que llegaba a gran velocidad. La sombra se repuso rápidamente y subió a lo alto del árbol.
La tromba de arena llegó y de ahí salía una voz mientras se difuminaba la arena y una silueta se veía en su interior, que resoplando decía:
" Ya verás cuando te coja!!!!!!! Sombra revoltosa!!"
" Quien eres tu??? " Dijo Trazos
" Que quién soy?? quién deja a una sombra libre después de noquearla??"
" No sabía si tenía dueño o era independiente, puesto que las sombras son y no son depende del sol o las estrellas"  Dijo Trazos.
" Bueno, si tanto interés tienes, me llamo Lobo, si, Lobo y ando en busca de esa sombra burlona desde que recuerdo que algo recuerdo..."
" Pues yo soy Trazos y esta de aquí es...dónde está? "
Paca andaba ya a lo lejos...
" Hey!!! dónde vas??? " Trazos salió corriendo detrás mientras Lobo buscaba por el árbol su sombra, la cual se negaba a bajar hasta que una corriente de aire, la que provocó Trazos al salir corriendo, se llevó bien lejos la sombra.
" Ummmm..." Miró a ambos lados y salió corriendo detrás de Trazos, que ya se encontraba alrededor de Paca.
" Y donde vas Paca?? donde donde??"
" A las praderas de colores, en lo alto de la montaña que no se divisa, la montaña que aparece o desaparece"
"Las praderas de colores!! las vi mientras perseguía mi sombra, fue más o menos cuando pasó lo que no pasó, o fue al principio del camino que marcaba el final? " Dijo Lobo.
" Que bien!!!!! Sigamos a Paca!!!"
Y así, los tres personajes anduvieron juntos hasta encontrar las praderas de colores. A cada paso que daban, el suelo cambiaba de color, el pasto era gris, azul, violeta...y justo ahí, un extraño castillo, sentado sobre la parte superior les miraba mientras se comía una manzana a través de sus porticones delanteros...


lunes, 15 de julio de 2013

En mis manos


Si no crees en magia,
deja que te cuente un momento que bien explica motivos para creer.
Si bien no crees en nada más allá,
es por que posiblemente nunca has estado.
Si bien crees que las sensaciones se eliminan
o son sustituidas por otras sensaciones,
presta atención a la historia que viene.
La historia de unas rastas que pasaron largos años atadas a un ser,
que crecieron, amaron y lloraron con el,
que bebieron, jugaron y rieron con el.
Cuenta la historia de un muchacho cansado de la vida
que un día, en medio de un momento,
de una situación, de un bucle,
decidió separase de lo que más le pesaba
para poder avanzar siendo más ligero.
Y así sus rastas cortó.
Cuenta la historia, que cada una de ellas era una historia,
y en su conjunto eran un ser.
De como un mensaje de alguien que no conocía en persona,
le condujo a entregárselas,
a dárselas a esa persona tan alegre,
pensando que con ella, serían felices,
ya que a el, ya le habían hecho su función.
Cuenta dicha historia,
que después de ese encuentro,
pasó mucho tiempo sin saber nada
y de como el tiempo,
juntó  a estos dos personajes en una historia de diferente contenido,
de como los dos protagonistas, se habían vuelto a cruzar,
de como aquellos dos personajes por fin se habían sonreído.

Cuenta dicha historia, esta historia,
de como de una bolsa,
ella le mostró a el su contenido,
de como aquellas rastas volvieron a estar en contacto con su piel,
de como aquel cabello, llenaba de recuerdos perdidos,
las experiencias pasadas.
De como cada una de ellas, le contaba una historia al oído.
Dónde está la magia? -  se pregunta el escéptico -
La magia está en las personas,
que te demuestran como las cosas importantes,
siguen siendo importantes.
Cuenta de las palabras, aquellas que todo el mundo se pasa pero no lee
y de como aun hay personas que las cogen,
las abren y las leen.
Cuenta la mágica historia de como unas rastas,
pueden contarte historias que creías olvidadas,
de como sus puntas te recuerdan porqués,
de como la fe en las personas, sorprende gratamente
en los momentos menos esperados.
Cuenta como una pequeña lágrima,
se convierte en una sonrisa.

El mundo sin tiempo - Intro

Era un mundo sin tiempo. Donde todo andaba mezclado con todo, donde el tiempo (  que sí que había ) pasaba tan rápido que nunca se quedaba. Era tan real, como irreal, surrealista, idílico. Donde los grandes árboles tenían relojes colgando de sus ramas y en los ríos, los peces tenían dos cabezas, una que miraba hacia adelante y la otra hacia detrás...o era al revés? Donde el agua de los ríos, sus cascadas y pendientes iban del revés, donde los animales hablaban lenguajes extraños, las mañanas eran pintadas desde el cielo y por las noches se cubría todo de un fondo negro pintado de estrellas.
En este pequeño mundo vivían tres muchachos:
Un Lobo sin sombra, siempre imaginando y corriendo detrás de dicha sombra; el niño Trazos, aquel que todo lo pintaba y Dulce estrellita, la princesa okupa que daba el equilibrio a tan variado trío en la tierra sin tiempo.
Pero...cómo llegaron aquí estos personajes?
Ya que era un mundo sin tiempo, no tenían memoria de como habían llegado, si de como se conocieron, pero de como llegaron? Un servidor explicará o tratará de explicar como lo hicieron.
Dulce Estrellita, andaba una mañana por su palacio, lleno de puertas y escaleras, las cuales le encanta corretear, de una habitación daba a otra, de ahí a otra y así sucesivamente, hasta que abrió un pequeña puerta, al fondo de un gran pasillo...que la engulló y de pronto apareció en el mundo sin tiempo. Y dado, como dije antes, aquí no hay memoria anterior, Dulce estrellita llegó a su nuevo hogar, un hogar que con su imaginación creó un palacio, lleno de escaleras, habitaciones, balcones, salones, cocinas. Y donde siempre miraba al este, ya que le encantaba ver el sol en todo momento, y la casa siempre se movía con el sol.
Si el sol se sentaba, la casa se sentaba. Si el sol pedía un refresco, la casa también. Y digo la casa, por que desde fuera, en el espacio, era lo que parecía. Pero dentro todo cambiaba constantemente. Aparecían y desaparecían balcones, estantes, sillas...las escaleras, que eran muy suyas, se dedicaban a jugar con las formas del interior, siendo un continuo cambio toda la estructura del palacio, ya que dentro si que parecía un palacio.

El niño trazos creció con un lápiz. Desde muy pequeño se dedicó a pintar todo lo que veía...y por supuesto, donde lo veía. Puertas, paredes, brazos...animales...
Cierto día el niño Trazos se acercó a una pared a medio dibujar. En ella, una puerta de madera a medio hacer y un fondo verde detrás muy difuminado. Trazos se puso manos a la obra, ató bien su pañuelo, que a todos sitios llevaba y sacó el lápiz.
De una manera natural, comenzó a pintar alrededor de la puerta, pero esta no la tocó. Intentó pintar en el fondo verde, pero el lápiz no pintaba. Y así, entre sorprendido y entusiasmado ante tal reto, Trazos se puso ha acabar la puerta. Pinto las bisagras, las arrugas de una puerta tan vieja...y pintó lo que quedaba de la mirilla. Entonces se sentó y miró lo que había hecho. Extrañamente, de la mirilla, salía una luz. Se levantó y se acercó de nuevo. Ya que el, no había pintado nada dentro de la mirilla. Acercó el ojo y vio una gran pradera verde, en el centro, un cartel de madera pintado con brocha gorda ponía : " acaba el pomo "
Trazos se quedó extrañado, pero atraído por el mensaje, así que se puso a acabar el pomo, que fue cobrando forma real, hasta el punto de notar como el dibujo se volvía real, como el pomo sobresalía del muro. Así que trazos, cuando lo acabó, presionó el pomo y la puerta, aquel dibujo a medio hacer perdido en un muro, cobró vida y la puerta se abrió.
Metió la cabeza dentro. Un gran prado verde se abría por todo el horizonte, con unas pequeñas manchas grises, como si fueran cosas que faltaban por pintar. Así que Trazos pasó la puerta y entró al mundo sin tiempo, para seguir pintando los espacios grises.

Lobo siempre andaba preguntándose cosas, el por que de las cosas. Pero nadie le respondía jamás, tenían miedo de que después de la respuesta viniera otra pregunta. Siempre parecía ausente, pero en cualquier momento, sus ojos se llenaban de color y salía corriendo detrás de cualquier cosa. Cuando le preguntaban que hacía, el les miraba y respondía : " he visto a mi sombra "
"Pero si siempre la llevas contigo " le respondían.
"no, siempre la llamo, pero siempre se escapa, acaso no lo ves?"
Ante tal panorama, Lobo siempre fue solo con sus historias, cuentos y demás aventuras de su sombra.
Una tarde, sentado en la plaza. Su sombra pasó velozmente delante suya. Lobo corrió detrás de ella como un poseso, llegando a tocarla, pero no atraparla, mientras pensaba en el día que lo lograra, la cosería tan fuerte que jamás de los jamases volverían a separarse. Y fue así, como corriendo detrás de la burlona sombra, está atravesó una puerta y Lobo, ni corto ni perezoso, se dio de bruces contra ella...llegando a un lugar que no era la calle, ni la plaza, si no un lugar verde, extraño a la vez que acogedor...

domingo, 14 de julio de 2013

Sueños cortos placenteros

Las luces se apagaron cuando él salió de la habitación,
las piernas pesaban el doble de lo que su cuerpo podía soportar.
Atrás quedaba un día agotador;
por delante, la íntima y apetecible compañía de sus compañeros de aventura :
El niño Trazos y la dulce Estrellita.
Caminaron con paso pausado,
nadie les esperaba, tan solo el tiempo y más tiempo.
Al llegar a la casa de Lobo,
una hostia de calor le dio en la cara recogió cuatro cosas y volvió a salir,
esa noche tocaba en casa de Dulce Estrellita.
Los tres pequeños, caminaron por las calles desiertas, 
bromeando y jugando con sus palabras,
que se iban tirando a cada uno,
jugando y moldeándolas para hacerlo todo más divertido.
Dulce Estrellita abrió la puerta.
Era una puerta grande y maciza de roble con doble portón.
Los tres pasaron la puerta. Trazos y Lobo, con los ojos bien abiertos no daban crédito al pequeño palacio que tenía Dulce Estrellita. Un balcón, tres patios interiores, dos exteriores, cinco habitaciones, una gran cocina y comedor, muchísimas escaleras, tantas que nadie sabía bien cierto hacia donde conducían...y por último su alcoba.
Una alcoba enorme, con un enorme lecho, de enormes cojines.
Lobo y Trazos miraban atontados, y al  mirar a Dulce Estrellita, ella les respondió con una gran sonrisa, una sonrisa de amabilidad. Entonces les dijo:
- Si queréis descansar...mover el culo!! - 
Y así, los tres amigos pusieron la alcoba a su gusto, sacaron las últimas bromas y durmieron uno al lado del otro. Relajados y agradecidos.
A las pocas horas, Lobo despertó del sueño. Un sol acogedor pintaba la alcoba de colores. Sus amigos aun durmiendo, daban señas de paz, tranquilidad y tercer sueño. Llevaba tiempo sin descansar así, corto, pero con una sensación de tranquilidad que creía olvidada. 
Recogió sus cosas, volvió la cabeza para ver a sus agotados amigos y salió de allí con la sonrisa que dan las buenas mañanas y las buenas historias....

viernes, 12 de julio de 2013

El secreto de las sonrisas

Inducidos a la risa,
alterados por la pócima mágica,
seducidos por los sonidos,
la música y la compañía.
Hablando sin parar,
a veces de lo mismo,
otras a medio camino entre las idas y las sin lógica.
Recorrían los mismos metros bajo el intenso calor de una noche húmeda.
Entre el humo verde,
las bebidas y pócimas,
la gente, que no los comprendía,
les sonreía  a medio nivel entre la espontaneidad y la descomprensión.
Su nivel de felicidad llegaba a límites de lo normal,
los tres entes sin sombra continuaban su marcha fiel,
entre risas y más risas,
tobillos sensuales...y alguna amenaza " amistosa " a los Dj's...,
contándose cuentos a medias,
cuentos para otras ocasiones,
planes para otros días.
Y así llegaron al ocaso de la noche,
el momento en que las luces reclaman lo que es suyo,
que el sol elimina sus legañas,
que las nubes hacen la cama.
Y después de andar y andar,
dar vueltas por plazas
y abrir la última cerveza,
 descansaron hombro con hombro en el
 sofá de los sueños acumulados.






miércoles, 10 de julio de 2013

Poesía en el metro

El metro.
Es un medio de transporte subterráneo de trenes, que atraviesa la ciudad. Y para mí, mi medio de transporte favorito. Hay veces que va lleno, que te ponen un sobaco sudoroso en la cara, o que una dulce anciana te hecha del vagón antes incluso de que hayas entrado...pero también puede ser un lugar mágico.
Para mi lo es. Para mi, es el lugar donde compartes breves espacios de tiempo de tu vida con desconocidos que probablemente no volverás a ver.
Puedes inventarte las historias de los personajes, ponerles nombre, analizarlos o simplemente observar.
Son como pequeños espacios de tiempo únicos e irrepetibles.
Están los solitarios, aquellos que miran siempre el suelo y esperan el momento de su parada, aunque tengan un trayecto largo. Los que tienen prisa, que intentan hipnotizar el letrero de las paradas para que vaya más rápido. Los que se llevan una novela enorme, como si en el metro les diera tiempo de leer semejante libro. Los enamorados, que cada vez que el metro acelera o para de golpe, se miran, sonríen y se besan, o por el contrario, ni se miran, como diciendo " nena, nos quedan dos telediarios ". Aquellas parejas de amigos, en la que uno de ellos siente algo más por el otro, que nunca lo sabrá, puesto que el/ella, solo  mira al otro cuando se da la vuelta. Los que se ponen en el pasillo, que parece que lo hacen con desgana, pero les gusta la sensación de ir allí, justo donde el vagón se dobla. Los niños, que van buscando juegos por todas partes, de cualquier manera. Los carteristas, que observan a todo el mundo...pero que también son observados por todo el mundo.


Estos, son solo algunos de los personajes que hay.
Pero también están los antes y después, que son aquellos que llegan corriendo, como si la vida les fuera en ello y cuando llegan a abajo, aun quedan 4 minutos para que llegue el tren y miran decepcionados y cogiendo aire el letrero del tiempo o cuando salen del vagón, corren desesperados por encima de las personas.
En el metro, también puedes enamorarte, compartir miradas e incluso pequeñas conversaciones. Puedes ver al más punki de todos, sentado al lado del adulto más conservador. Puedes ver al yonky, ceder el asiento a un anciano, o ver todas y cada una de la etnias de la ciudad compartir un vagón sin que nadie se percate de ello.
Todo esto, lo envuelvo en una preciosa poesía, que es la vida concentrada en el subsuelo.

martes, 9 de julio de 2013

Un ser

Como un ángel de los cielos,
con su barba y su pelo sin cuidar,
se miró en las sombras.
Su torso dibujaba una silueta enclenque,
sus ojos,
pasivos ante lo que le rodea,
pero llenos de vida
observaban todo.
Las mujeres le hablaban
pero el no las miraba.
Los chicos le sonreían con desgana,
pero a el no le importaba.
Como un ángel de algún cielo,
voló de la noche,
caminando pausadamente con unos grandes pantalones
que no dejaban ver sus piernas.
Y así fue como este ser
anduvo por las calles sin ser visto realmente,
sin ser reconocido por otros lugares,
sin ser...solo un ser.

La compra

Hace algo más de un mes, que decidí no comer carne, si algo de pescado, pero en términos generales comer mejor, más sano y sin tanta mierda inyectada. Hoy a sido el primer día que he ido de compra, desde que tengo la nevera, la pobre a estado siempre vacía, ya que suelo comprar todo al día. Pero como este mes, voy más apretado de lo habitual, he decidido estrenar la tarjeta de crédito y comprar de una tacada.
Estas son algunas de las cosas que he comprado :
- Atún claro
- Calamar
- Puerro
- Parrillada de verdura
- Queso azul
- Queso emmental
- Nuez Mondada
- Zanahorias
- 3kg de naranjas
- Garbanzos
- Lentejas
- huevos
- Pasta
- Guisantes
- Arroz
- Cebolla
- Ajo...


La lista continua y aun quedan cosas por comprar. Las hamburguesas vegetales me las trae Majo, y el resto estoy buscando los contactos  económicos.
Realmente, me encuentro de fábula, con energía, aunque he perdido mucho peso, pero sienta bien verte sano...y sin esa barriguita que llevaba!!!!!. Pero se que ha sido por que mi organismo ha estado tirando toda la mierda que sobraba y mi cuerpo me pide que me compre unos pantalones...que voy siempre con el culo al aire!!!!!

Plazeando

Una de las cosas buenas de Gracia, son las plazas. En vez de gastar en bares, plazeas. Así que en estos días de calor, Cohen y yo, con algunos amigos es lo que hacemos. Y a Cohen particularmente le encanta.
Siempre va suelto, por todas las calles y plazas. Se acerca a los demás perros, juega, no se mete en líos, se sienta ( por que el se sienta ) en los escalones con la gente y exige a la gente que le toca...que le vuelva a tocar. Va con el rabo dando vueltas de felicidad. No para de dar vueltas por todos lados y cuando ya está cansado de que le toquen, se sienta a mi lado. Cuando viene la policía, les mira, se gira y me mira como diciendo " quienes son estos?, me subo en el coche? ". Siempre va buscando quien le toca, quien le da de comer o quien le dice cosas bonitas, pero en cuanto me levanto aparece a mi lado.
Últimamente, me he dado cuenta de que voy conociendo gente, ya que plazeando, cada dos por tres me paro a hablar con alguien. Es una sensación bonita y acogedora. El estar sentado en medio de una plaza, rodeado de más gente y sentir tu nombre a lo lejos, después de tanto tiempo solo, reconforta y anima. Si a ello unimos la libertad y felicidad de mi perro, el pack está completo.
Así que sin darnos cuenta, se nos hacen las 3 o 4 de la mañana, hemos gastado unos 10€ o menos y volvemos los dos felices para casa. Sabiendo que soy lo único que tiene y es lo único que tengo.


lunes, 8 de julio de 2013

Siguiendo las curvas

Llegando a mi casa unas piernas vi a lo lejos,
subí con ellas la calle,
mantuve la distancia,
solo me fijé en ellas.

Crucé con ellas las calles,
en línea recta.
Admirando sus muslos 
y el compás de sus caderas.

De buen decir es, que solo en eso me fijaba.
Pero subiendo y subiendo,
aquellas piernas en mi escalera aparecieron,
como dado por hecho.

Y allí alcé la vista,
y que buena vista.
Con un trasero excelente,
siguiendo unas piernas imponentes.

Una sonrisa buscada,
a una cara envidiada.
Es la suerte esquiva de la noche,
la de una vecina emergente.

Una de tantas historias,
de este camino sin puente,
un vegetal a la suerte,
en esta noche...inerte.....pero emergente.



sábado, 6 de julio de 2013

Dámelo

Enséñame a mirar el mar en su totalidad
Báñame en sueños tranquilos
Devuélveme aquella sonrisa socarrona sin estar bebido
Controla mis estupideces
Deja que te vea otra vez
Corrígeme cuando esté equivocado

Ordena la leonera que tengo por casa
Sálvame de mí mismo
Acuéstame hasta que me haya dormido
Levántame para enseñarme el sol por la mañana
Límpiame de impurezas
Prométeme que solo es un mal sueño


jueves, 4 de julio de 2013

En la azotea

Sentado en la azotea, con los pies colgando hacia el infinito. Miraba con sus ojos marrones, como las nubes cambiaban de forma, se transformaban.
Sentado en la azotea, miraba hacia abajo, dándole el viento en la cara y jugando con su pelo,el cual llevaba en una medio coleta mal hecha con más pelos fuera de ella que dentro.
Sentado en la azotea, se preguntaba como Shannon Hoon era capaz de hacer letras alegres, cuando generalmente se sentía una abeja fuera del panal. Se preguntaba como podía ver en cuadros donde el resto de la gente veía maravillas, el dolor y el sufrimiento de ciertos colores.
Sentado en la azotea, viendo como baja el sol y con el se lleva los colores, hacia alguna otra parte, hacia algún otro momento.
Fumando el último pitillo lentamente, pensando como sería la vida si pudiéramos volar, si pudiéramos tocar las estrellas con la mano.
Cuanta gente habrá sentada en la azotea en la misma situación que yo?
Cuanta gente será como yo?


Sentado en la azotea, cuando se van los colores, cuando la ciudad envuelve el horizonte de los colores electrizantes, del miedo a la oscuridad de la  sociedad.
Apagó el cigarro y lo guarda en el bolsillo, no sea que un pájaro se lo coma, o queme el parque de abajo, o el agujero de la capa de ozono se haga más grande. Hay que pensar en todo, por si acaso.
Sentado en la azotea, hecha una última mirada al horizonte y se pregunta si seguirá siendo una abeja sin panal, o deberá esperar para saber cual de ellos será. O si por el contrario, se basa en matar el tiempo, antes de que el lo haga.

Hagan juego

En un intento desesperado,
mandé la última misiva.
Tiré los dados.
Fueron dando vueltas,
tocaron en la pared y volvieron a rodar
hasta que pararon.
Y perdí.

Jugué las siguientes manos pidiendo dinero prestado,
en todas confié,
me lancé al juego de la buena suerte.
Y perdí.
Y así seguí hasta perder la camisa,
los nervios,
la vergüenza
y la dignidad.

Así que cuando ya no quedó nada,
me levanté de la mesa y guié mis pasos hasta la puerta.
Ya no me hace falta jugar,
nunca ha sido mi fuerte.
De perder,
uno busca nuevos hábitos...